Un gremio docente reclamó ese porcentaje de suba en la primera ronda de negociaciones entre los gremios de la educación, de estatales y el gobierno provincial.

Con las ya tradicionales advertencias sobre la posibilidad de paros que compliquen el inicio de clases y un reclamo particular de incremento salarial del orden del 60 por ciento que sacudió la mesa de negociaciones, se iniciaron las paritarias entre los gremios estatales, docentes y la administración de Daniel Scioli, que aspira a superar esta instancia sin que implique un golpe para sus ya castigadas finanzas, en un año de estrechez económica.

El primer turno de la jornada que marcó el inicio de la paritaria fue para los sindicatos docentes. Luego, la representación del Ejecutivo provincial, con el ministro de Trabajo Oscar Cuartango a la cabeza, recibió a los representantes de los gremios estatales y de profesionales de la salud.

Fuentes de ambos sectores indicaron que no se habló de números concretos y que se acordó, como punto central, reabrir las comisiones técnicas de Condiciones Laborales el lunes 21 de enero, de Salud Laboral, el 22, y la Técnica Salarial el día 23 para discutir aspectos puntuales del futuro aumento.

No obstante, los gremios docentes dejaron planteada una serie de condicionamientos y exigencias que, sostienen, debería contener el futuro acuerdo paritario. Tras el encuentro, Mirta Petrocini (FEB) y Roberto Baradel (Suteba), insistieron en que el aumento futuro debe incluir la incorporación al básico (hoy de 1.598,3 pesos) de las sumas que los docentes perciben por fuera de ese esquema para que tenga impacto en el sector pasivo, el personal jerárquico y los docentes con mayor antigüedad.

“Se planteó la necesidad de un aumento salarial que además contemple la corrección de un índice salarial con blanqueos para que el incremento alcance a los jubilados, y la incorporación de sumas al básico que beneficien a los docentes rurales, al personal jerárquico y docentes de mayor antigüedad”, destacó Baradel tras la reunión.

Sólo el gremio minoritario de la CGT, Udocba, realizó un pedido concreto: Miguel Díaz, titular del sindicato, precisó que reclamarán un básico de 5 mil pesos, lo que implica una suba de casi el 60 por ciento. “El gobierno está recaudando como nunca; plata hay. Lo que no hay, es voluntad de atender las necesidades del sector”, remarcó.

En tanto, los gremios estatales de la ley 10.430 -ATE, UPCN y la federación Fegeppba- fueron recibidos por el ministro Cuartango.

Al igual que con los docentes, los representantes sindicales se retiraron “sin nada concreto” más allá de una convocatoria a comisiones técnicas salariales para el jueves 24.

“Esperábamos escuchar una propuesta del gobierno y no hubo nada. Fue vergonzoso, una tomadura de pelo” se quejó el secretario general de la federación Fegeppba, Fotios Cunturis.

Por su parte, el titular de ATE Provincia, Oscar De Isasi, que la semana pasada causó revuelo al señalar que la suba salarial para el sector debería ser este año de “entre el 43 y 48 por ciento”, se mostró “preocupado” porque el gobierno bonaerense “nos convocó a paritarias y no tuvo ni siquiera un principio de propuesta salarial para hacernos. Esto pone más tensa la situación”, advirtió.

Al igual que los docentes, los estatales plantearon que el aumento sea retroactivo al 1º de enero, el blanqueo de sumas en negro, pase a planta y recategorización de trabajadores, paritarias todo el año, así como una suba mayor para auxiliares de educación y salud, los segmentos más retrasados de la ley 10.430.