El kirchnerismo apuesta al poder territorial de los intendentes bonaerenses

Ante la irrupción en el escenario electoral del intendente de Tigre, Sergio Massa, la Casa Rosada analiza dar marcha atrás con la idea de poblar... Por Cuarto Intermedio

Ante la irrupción en el escenario electoral del intendente de Tigre, Sergio Massa, la Casa Rosada analiza dar marcha atrás con la idea de poblar las listas de dirigentes propios y de La Cámpora.

El kirchnerismo parece haber archivado la idea de poblar casi exclusivamente con candidatos afines las listas de aspirantes a legisladores provinciales. La nueva realidad electoral se debe a que la posible irrupción de Sergio Massa en el escenario político, habría puesto en revisión la decisión de reservar los mejores espacios para los “ultra” y, en cambio, ahora la Casa Rosada aparecería dispuesta a abrir espacios al poder territorial corporizado en los intendentes.

En las últimas horas alumbraron las primeras señales en esa dirección. Por caso, ya existieron reuniones de varias secciones electorales en las que se confeccionaron listas tentativas para ser sometidas al escrutinio de la Rosada. Otro dato: varios peso pesados del conurbano, entre ellos Hugo Curto, tendrán el manejo de la junta electoral del Frente para la Victoria (FpV).

“No va a haber tanta injerencia nacional en las listas”, dijeron fuera de micrófono dirigentes del PJ. Este repliegue no implica borrar de un plumazo a los “ultra K” que se nuclean bajo el paraguas de Unidos y Organizados, pero sí limitar su voracidad que parecía insaciable hasta los últimos días.

Esa apertura también cobijaría las intenciones de Daniel Scioli de colar dirigentes propios en las listas. El mandatario ya envió a los despachos de Balcarce 50 una larga nómina que integran varios ministros (Alejandro Arlía, Silvina Batakis, Oscar Cuartango y Alejandro Collia); y dirigentes-funcionarios como Mariano Cascallares, Santiago Cafiero, Nicolás Milazzo, Alfredo Sivero y el diputado Iván Budassi, entre otros. El mandatario pretende que varios de ellos aparezcan en lugares a salir en las listas bonaerenses.

Las versiones que circulan a pocas horas del cierre de listas es que en la Primera Sección -el principal bastión de Massa-, los intendentes Hugo Curto (Tres de Febrero) y Raúl Othacehé (Merlo), tendrían reservados dos lugares clave en la nómina de aspirantes del Senado provincial.

Curto propondría a Máximo Rodríguez, ex funcionario de la Cámara alta. Y el alcalde de Merlo se inclinaría por Mónica Arnaldi, concejal y esposa de Othacehé.

Luego, se dice, aparecería un candidato de La Cámpora.

En el caso de la Tercera (sur del Conurbano), habría espacios para varios jefes distritales. Se menciona que habría reelecciones para María Laura Lacava, cercana a Juan José Mussi y para Karina Nazábal, pareja del intendente de Lanús, Darío Díaz Pérez.

Esa lista de diputados sería encabezada por el referente del Movimiento Evita, Fernando “Chino” Navarro, y también habría lugar para un nuevo mandato de Alicia Sánchez, la esposa de Luis D’Elía.

En tanto, se estima que en la Quinta (zona sudeste bonaerense), la lista podría ser encabezada por el intendente de Las Flores, Alberto Gelené, siempre que no baje desde Venezuela el embajador en ese país, Carlos Cheppi, quien busca ser intendente de Mar del Plata en 2015. También se habla del camporista Gervasio Bozzano, un joven dirigente de Maipú auspiciado además por el presidente de la Cámara de Diputados nacional, Julián Domínguez.

Y en el caso de la Sexta (sudoeste bonaerense), se habla de la reelección del bahiense Marcelo Feliú (empujado por el ministro de Interior y Transporte Florencio Randazzo) y también sería candidato el intendente de Coronel Suárez, el vecinalista “K” Ricardo Móccero. También se menciona a la esposa del intendente de General Lamadrid y funcionaria sciolista, Silvia Caballero.

El cambio de estrategia oficial respondería a la lógica de “hacer jugar” a todos aquellos dirigentes con peso territorial en busca de traccionar voluntades para las listas del FpV.

De esta manera, la Rosada buscaría evitar que algunos alcaldes pudieran apostar “por abajo” a una posible lista encabezada por Massa, acicateados por la descortesía “K” de dejarlos afuera de las listas.