Causa por la quiebra del ex Banco del Interior y Buenos Aires, a un paso de prescribir

Las peleas empresariales arrojaron un duro revés para el ex banquero y hoy devenido en empresario de medios de comunicación, Raúl Moneta. La Corte Suprema... Por Cuarto Intermedio

Las peleas empresariales arrojaron un duro revés para el ex banquero y hoy devenido en empresario de medios de comunicación, Raúl Moneta.

La Corte Suprema de Justicia le rechazó un planteo en el marco de un millonario reclamo de dinero contra el grupo económico Bulgheroni por la caída en los 90´ del Banco del Interior y Buenos Aires S.A. (BIBA), con lo que el expediente quedó virtualmente terminado por prescripción.

Los jueces Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco, Carlos Fayt, Juan Carlos Maqueda y Carmen Argibay, rechazaron un último planteo formulado por Moneta y su empresa, ELP Investments Ltd.

Moneta había llegado hasta la Corte objetando sendas decisiones de la Cámara del Crimen y la de Casación, sobre la nulidad de las indagatorias que el juez de primera instancia Eduardo Daffis Niklison tomó a Alejandro Pedro y Carlos Alberto Bulgheroni, Luis Alberto Remaggi y Carlos María Regúnaga.

A principios de los 90´, los hermanos Alejandro y Carlos Bulgheroni eran propietarios del BIBA, con fuerte presencia en el interior del país que por disposición del Banco Central fue intervenida primero, y declarado en quiebra dos años más tarde por la justicia Civil y Comercial de Santa Fe.

Los Bulgheroni objetaron el cierre del banco en la Justicia y 13 años después, el 27 de marzo de 2003, la Sala Primera de la Cámara en lo Contencioso Administrativo declaró “la nulidad de la resolución 212/90 BCRA y de los actos administrativos dictados en su consecuencia”.

Moneta acusó a los Bulgheroni por los presuntos delitos de “defraudación por administración fraudulenta y desbaratamiento de los derechos acordados”, y atribuyó la conducta de los empresarios petroleros a los supuestos contactos políticos con el gobierno de Néstor Kirchner.

El fallo de la Corte, firmado en su último acuerdo, pone virtualmente fin al expediente.