Un mismo juez, Rodrígo Giménez Uriburu, deberá intervenir simultáneamente en dos de los juicios más importantes de los próximos meses: la Tragedia de Once y la represión del 19 y 20 de diciembre de 2001.

La Cámara de Casación, mediante una resolución de “Superintendencia”, firmada por los jueces Gustavo Hornos, Mariano Borinsky, Alejandro Slokar y Ana María Figueroa, ratificó la integración de los tribunales orales federales números dos -a cargo del siniestro ferroviario de Once- y seis, encargado de juzgar los hechos que precedieron a la caída del gobierno de Fernando De la Rúa.

Giménez Uriburu había pedido que “se lo excusara de seguir interviniendo como subrogante” en el tribunal que juzgará la represión del 19 y 20 de diciembre, ya que para la misma fecha (primer semestre del año entrante) deberá participar en el juicio por la Tragedia de Once.

El juez advirtió sobre “la superposición de las audiencias correspondientes a cada uno de los debates” y alertó que “su participación simultánea podría ocasionar serias dificultades de organización y afectar los principios de continuidad y de concentración, propios de la etapa contradictoria”.

Pero la Casación priorizó “la necesidad de que se lleve a cabo el juicio oral en estas actuaciones, en aras de evitar nuevas demoras en la conclusión del caso” en el que se ventila lo que ocurrió en el final del gobierno de la Alianza.