Los gastos reservados de los legisladores rionegrinos quedaron en el ojo de la tormenta luego de un cuestionamiento del Tribunal de Cuentas provincial, porque esas erogaciones no tienen ningún tipo de rendición obligatoria.

El Tribunal de Cuentas, incluso, reactivó una causa penal en referencia al mecanismo de estos gastos.

Los gastos reservados representan más de un millón de pesos mensuales, ya que cada legislador recibe alrededor de veinte mil pesos. Además, los presidentes de los bloques se reservan gastos que asignan a sus principales secretarios, y este reparto sería mayor al millón de pesos.

La idea fue expresada en una reunión de la comisión de Labor Parlamentaria, donde se señaló que parecería ser que el objetivo sigue siendo no explicitar demasiado la rendición de los gastos, por lo que se buscaría lograr una mayor transparencia, como por ejemplo la bancarización, a través del pago en cheques a los legisladores.

Los gastos reservados provocaron una gran discusión en la sociedad rionegrina, por el monto que significan y la falta de rendimiento preciso sobre los mismos.