Rechazan reclamo de agente penitenciario por supuesto “mobbing”

La Cámara en lo Civil y Comercial Federal rechazó el reclamo de un agente del Servicio Penitenciario Federal (SPF) por presunto “mobbing” que dijo haber sufrido en el desempeño de sus tareas. Por Cuarto Intermedio

En fallo dividido, la Sala Segunda de la Cámara desestimó el planteo del agente contra el SPF, y especialmente contra dos de sus superiores jerárquicos, a quienes responsabilizó no sólo por persecuciones y postergaciones laborales, sino también por acoso sexual.

El denunciante ingresó al SPF en 2001 y en 2003 fue propuesto como custodio del hoy abogado Pablo Lanusse, quien por aquel entonces había sido designado interventor en Santiago del Estero durante el primer gobierno de Néstor Kirchner.

El agente del SPF denunció que le fue obstaculizada la posibilidad de ir a Santiago del Estero como custodio de Lanusse y que luego sufrió constantes traslados y cambios de destino, a la par de un asedio de uno de sus superiores por motivos presuntamente homosexuales.

La jueza Graciela Medina entendió que “de las testimoniales se desprende, que el actor había comentado que había sufrido acoso sexual y que se lo amenazaba con la pérdida de las guardias y de los pases. Si bien las propuestas sexuales indebidas solo están acreditadas por testigos de referencia, estos son contestes y sus dichos se vieron corroborados con el cumplimiento de las amenazas, con las frustraciones de pases y las negativas de guardias”.

El denunciante “necesariamente ha de haber sufrido un menoscabo a su tranquilidad por la situación vivida” y, en ese escenario, “hubo un desinterés en los diversos reclamos efectuados por el actor” por parte del SPF.

“Toda vez que el obrar omisivo del empleador no se adecuó a pautas de razonabilidad y prudencia, el SPF debe responder por la conducta asumida”, propuso la jueza.

Pero sus pares Alfredo Gusman y Ricardo Guarinoni discreparon con ella y consideraron que no se pudo probar el “mobbing” denunciado. “Del análisis de las pruebas arrimadas no surgen elementos de convicción que me permitan advertir el acoso laboral y sexual que el actor pretende endilgar a los demandados. La evidencia rendida en la causa no me permite inferir siquiera en un alto grado de probabilidad la existencia de conductas hostiles, arbitrarias y repetitivas”, resumió el voto mayoritario, que rechazó el reclamo.