Desde la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires (CICOP) consideraron que ni las proyecciones más pesimistas esperaban una subida tan abrupta de casos de coronavirus durante la última semana del mes de marzo, con un incremento promedio de 215% respecto a la semana anterior.

“La apertura de todas las actividades, el descenso de las temperaturas y la relajación de la población ante las medidas preventivas son algunos de los factores que han favorecido, junto a la elevada circulación viral, que ingresemos, de manera más veloz, en la esperada segunda ola”, señalaron por medio de un comunicado.

En ese sentido, además, observaron que en medio de una crisis mundial por la concentrada apropiación de las vacunas por parte de los países más poderosos, la Argentina continúa el plan de vacunación a un ritmo constante pero insuficiente para evitar una “segunda ola” de gran impacto.

“El camino hacia la inmunización es desigual entre provincias y sectores sociales e incluso no se ha podido aún completar la vacunación de todos los grupos de riesgo. En ese contexto, el Gobierno adoptó algunas medidas restrictivas sobre actividades nocturnas y limitando las reuniones sociales hasta un número de 10 personas como máximo, además de desalentar los viajes al exterior y cerrar la frontera para el turismo extranjero”, remarcaron.

No obstante advirtieron que todo indica que si se quiere poner un freno a la crecida de casos, se tendrán que establecer disposiciones “más duras”.

“Desde nuestro gremio, consideramos imprescindible una planificación sanitaria con incremento de testeos, fortalecimiento del sistema público con salarios y nombramientos del equipo de salud. En línea con ello, venimos insistiendo en la importancia de liberar las patentes y fomentar la producción pública de vacunas; e instamos a pasos concretos hacia un sistema único de salud”, agregaron.

Por último, CICOP consideró que la pandemia continuará golpeando la economía argentina y, por caso, mencionó que los últimos datos sobre los niveles de pobreza son preocupantes ya que el 42% de la población nacional deberá sobrevivir a lo que queda de la pandemia en condiciones de pobreza, es decir, sin poder costear sus necesidades básicas.