Sin cuotas, sin dólares… ¿sin reservas?

Luego de que el Banco Central dispusiera que a partir de ahora las compras de pasajes o del pago de servicios en el exterior no podrán ser financiadas en cuotas y, por consecuente, deberán abonarse en un solo pago, se encendió también la polémica no solo por lo que se interpretó como un nuevo límite a las libertades individuales, sino también por el estado real de las arcas en la entidad monetaria.  Por Julian Chorny

Promediando la jornada del jueves y a pocas horas de que se diera inicio al evento comercial de descuentos denominado “Black Friday” -tal como el que tuvo su origen en EE.UU. y que se lleva a cabo en las vísperas de Acción de Gracias de ese país-, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) emitió una controversial decisión en la que, básicamente, prohibió la financiación en cuotas con tarjetas de crédito para la compra de pasajes a otros países, así como también para el pago de servicios turísticos en el exterior.

La medida, claramente adoptada para salvaguardar las alicaídas reservas de la autoridad monetaria que conduce Miguel Ángel Pesce, no hace otra cosa más que la de confirmar la preocupación que existe en el Gobierno nacional respecto a la falta de stock de la divisa norteamericana no sólo en la actualidad, sino también de cara al futuro.

De hecho y ante la falta de confianza por parte de la ciudadanía en la cada vez más devaluada moneda local, sumado a que en marzo próximo se deberá desembolsar una “importantísima” suma para el pago de la deuda, la administración de Alberto Fernández optó, en lo inmediato, por “desalentar” el gasto de dólares en el extranjero en momentos que se avecina la temporada de vacaciones estival, la cual estará motorizada por una suerte de “tranquilidad” en relación a la pandemia a partir de la masiva vacunación y de la consecuente baja en la mortalidad para quienes de todas maneras se contagien la enfermedad.

La polémica medida, no por casualidad, se oficializó a las pocas semanas de transcurridos los comicios legislativos ya que no tardó en evidenciarse (sobre todo en redes sociales) el malestar que produjo sobre gran parte de la población.

De la misma manera, la oposición -casi al unísono- “recogió el guante” y expresó su repudio hacia el Gobierno, al que calificó como “improvisado”. “El Gobierno se quedó sin reservas pese a que puso cepos por todos lados. Todo lo que no puede resolver lo prohíbe. Ahora los argentinos deberán pagar en una cuota sus pasajes al exterior o buscar financiamiento usurero. Volvieron para exterminar cualquier hábito de la clase media. La prohibición de compra en cuotas de pasajes y hotelería en plena temporada turística, además de inconstitucional y ser otro cachetazo a la clase media, es la más clara evidencia que el BCRA no tiene más reservas. El Gobierno sigue sin un plan y dando manotazos de ahogado”, manifestó el titular del interbloque de Juntos por el Cambio en la Cámara de Diputados, Mario Negri.

Por su parte, la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, se manifestó en igual sentido. “Presidente: tengo que ir a hacer compras, ¿me da permiso? Porque en la Argentina Ud. decide desde el precio de la carne los fines de semana hasta las cuotas de los pasajes. A ver: ¡gobierne! La Argentina tiene 45 millones de seres libres, ¡no esclavos de sus estúpidas decisiones!”, apuntó desde su cuenta de Twitter.

En el oficialismo, por el contario, se mantuvieron cautos y evitaron confrontar con sus adversarios políticos tanto desde las redes sociales como en los medios de comunicación. Solo algunos pocos -en off- trataron de echar paños fríos al opinar que, en todo caso, las entidades bancarias o emisores de tarjetas sí estarán habilitas para financiar en cuotas las compras en el exterior, aunque con una tasa mínima del 43 por ciento anual.