Sin definiciones

Sin ninguna definición sobre el futuro electoral pero recurriendo al pasado durante gran parte de su alocución, la vicepresidenta dejó una especie de “sinsabor” a la militancia que desde temprano comenzó a colmar los alrededores de la Plaza de Mayo pese al mal tiempo.  Por Julian Chorny

Finalmente y en lo que para muchos pensaban que podía tratarse de un marco “propicio” para que arrojara algún tipo de definición de cara a los comicios presidenciales de este año, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner ofreció una suerte de “cadena nacional” en los festejos patrios por el 25 de mayo, donde también se recordó la fecha en la que asumió Néstor Kirchner a la presidencia, allá por el 2003.

Flanqueada por su hijo Máximo y por los ministros Sergio Massa (Economía) y Eduardo “Wado” de Pedro (Interior), quienes vienen siendo mencionando como posibles candidatos del Frente de Todos -si es que se decide continuar con esa denominación a la alianza oficialista para estas elecciones-, la ex mandataria volvió a realizar frente a la militancia un repaso de las acciones llevadas adelante por los  mandatos en los que gobernó tanto ella como su marido.

Sin embargo y tal como se esperaba, dedicó parte de su intervención a cuestionar la gestión de Mauricio Macri y, en particular, por la deuda que contrajo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) al final de su Gobierno. “¿Qué fue lo que recibimos cuando volvimos en 2019? Nuevamente endeudada la Argentina en dólares. Fuimos en 2016 y 2017 el país que más deuda en dólares tomó. Cuando no se pudo pagar, pasó lo que pasó. Otra vez el FMI pero con un adicional: ya no eran los préstamos stand by más o menos normales. Le dieron para que pudiera ganar las elecciones 57 mil millones de dólares.
¡Inédito!”, graficó la vicepresidenta.

No obstante, evitó detenerse sobre la administración de la que actualmente forma parte y sólo se limitó a decir que a pesar de las equivocaciones o diferencias, “este Gobierno es infinitamente mejor de lo que hubiera sido otro de Mauricio Macri”.

Finalmente y promediando su discurso, la ex mandataria hizo un párrafo aparte para referirse a la Justicia y, en particular, a la Corte Suprema: “Quiero decirles que es necesario volver a darle al país un Poder Judicial que se ha evaporado entre las tramoyas de una camarilla indigna para la historia de la Argentina… Los argentinos se merecen volver a tener una Corte Suprema de Justicia que sea llamada como tal, sin ponerse colorado”, arremetió.

Si bien ya había dado a entender por medio de un escrito difundido semanas atrás de que no iba a presentar su candidatura para estas elecciones, había germinado en los últimos días una especie de “mística” dentro de la tropa kirchnerista sobre la chance de que revea su postura, más aún frente a una multitud que la aclamara.

Pese a ello, la vicepresidenta no solo evitó referirse sobre su persona, sino que tampoco mencionó algún apellido o bien arrojó pistas acerca de quien podría ser el que reciba su bendición para lanzarse de lleno a la arena electoral.

Tal como sucediera con la sorpresa que produjo el ungimiento de Alberto Fernández en su momento, habrá entonces que esperar hasta tanto se resuelva la cuestión puertas adentro.