¿Es posible sostener el crecimiento con crédito?

Se impone expandir la inversión al nivel de la demanda agregada, aumentar la tasa de ahorro y asignar recursos para mejorar la productividad. El crédito... Por Cuarto Intermedio

Se impone expandir la inversión al nivel de la demanda agregada, aumentar la tasa de ahorro y asignar recursos para mejorar la productividad. El crédito al consumo es una herramienta de corto alcance.

 

El actual ciclo expansivo de la economía argentina es uno de los más prolongados del pasado reciente. El actual nivel de actividad económica supera en casi un 60 por ciento el peor momento de la recesión, en marzo de 2002. La incipiente recuperación, que se inició en abril de 2002, se transformó gradualmente en un vigoroso proceso de crecimiento. A diferencia de otros períodos expansivos, este crecimiento estuvo acompañado por saldos positivos en las cuentas fiscales y externas, lo que reduce nuestra tradicional vulnerabilidad.El proceso de recuperación estuvo liderado por la expansión en la demanda agregada interna, consecuencia de los efectos combinados de mejores precios internacionales, menores salidas de capitales y un incipiente crecimiento en los volúmenes exportados. Esta expansión de la demanda incentivó el incremento de la producción, la que se vio facilitada por la capacidad productiva ociosa. Los niveles de inversión se mantuvieron inicialmente por debajo de la depreciación, por lo que la capacidad productiva se reducía al mismo tiempo que crecía la producción.El crecimiento de los dos primeros años fue semejante al de otras recuperaciones poscrisis, pero a partir del 2005, la expansión se transformó en un proceso genuino de crecimiento, acompañado por un suave incremento de la capacidad productiva, el cual continúa en la actualidad.Sin embargo, el crecimiento de la inversión es inferior al de la demanda agregada, lo que plantea serios interrogantes acerca de los efectos que generaría si continuara esta tendencia. La experiencia histórica muestra que el resultado inevitablemente sería la falta de productos, inflación y problemas de balanza de pagos.Para mantener el crecimiento es necesario que la expansión en la inversión acompañe al crecimiento de la demanda agregada. Los actuales niveles de inversión están influenciados por el escaso nivel de ahorro, por la falta de un mercado de capitales eficiente, y por la falta de reglas claras que la incentiven. Para alcanzar una tasa de crecimiento sustentable en torno al 5 por ciento –tasa necesaria para generar el empleo que permita la absorción de población que se incorpora todos los años al mercado laboral como así también reducir los actuales niveles de desempleo–, son necesarios mayores niveles de inversión y mejoras significativas en la asignación de recursos que permitan mejorar la productividad.Este incremento en la tasa de inversión debe ser acompañado por un incremento en la tasa de ahorro para evitar desequilibrios en las cuentas externas. Si bien se pueden utilizar recursos externos para financiar una mayor inversión, este uso del ahorro externo se reflejaría necesariamente en desequilibrios en las cuentas externas lo que, considerando las recurrentes crisis de balanza de pagos en la Argentina, generaría dudas respecto de la “competitividad” del peso. Un incremento en la tasa de ahorro del sector público (mayor superávit primario) permitiría romper este dilema.Si bien en el corto plazo se puede seguir creciendo en base a crédito al consumo, al costo de mayores presiones inflacionarias y deterioro de las cuentas externas, para lograr el ansiado proceso de crecimiento sustentable es fundamental lograr la expansión de la inversión, siendo un requisito necesario para ello el logro de financiamiento de largo plazo.