El desafío es incluir

La meta del Gobierno de la Ciudad en el Ministerio que encabezo es transformar el paradigma del Estado contenedor de problemas por otro más útil,... Por Cuarto Intermedio

La meta del Gobierno de la Ciudad en el Ministerio que encabezo es transformar el paradigma del Estado contenedor de problemas por otro más útil, que permita incluir a todos los ciudadanos en la vida social. Somos ambiciosos, queremos cambiar las cosas. Por Esteban Bullrich Ministro de Desarrollo Social de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires

  Necesitamos saber qué hacemos y cómo lo hacemos, por eso apuntamos a cortar con la informalidad de nuestras bases de datos a fin de darle transparencia a la información y al monitoreo de las tareas. Para esto hemos lanzado un convenio con la Universidad Tecnológica Nacional, mediante el cual se creará un sistema informático capaz de terminar con la discrecionalidad. A su vez, apuntamos a un programa de ventanilla única para que la burocracia no sea protagonista.  Otra de las urgencias alude a la necesidad de profesionalizar a la gente que trabaja con nosotros. Al día de hoy, sólo 6% del personal de planta permanente del Ministerio posee un nivel técnico. Los salarios son magros -los operadores de calle ganan $900 y los de la línea 108, $800-. Los trabajadores son nuestro contacto diario con la problemática social. Hay que capacitarlos y mejorarles sus condiciones; ellos son el primer eslabón de la cadena.   Atender, contener e incluir a los chicos de la calle es prioridad. El Programa de Chicos en Situación de Calle ya existente presenta fallas; no se logró contenerlos por largo plazo. Entre otras medidas, hay que mejorar el acceso al sistema educativo, fortaleciendo los jardines maternales, los hogares de día y las guarderías. En paralelo, el programa “Por Nosotros” está concebido para sociabilizar a adolescentes en torno a su familia y al sistema educativo.    Queremos que el deporte sea una política social. Y en este sentido está dirigido el Programa Deporte Comunitario: los chicos y adolescentes podrán asistir a clubes después de clase; los mayores tendrán la chance de hacerlo durante el día. Todo esto coordinado con federaciones y clubes, a la par de fortalecer la infraestructura deportiva de la Ciudad mediante subsidios a las entidades.  Las necesidades de la juventud deben ser atendidas en simultáneo en varios ministerios. De ahí la creación de la Unidad de Coordinación en Políticas de Adicciones. A su vez, el Programa Trabajar es Estudiar otorgará becas de 250 pesos a jóvenes entre 18 y 24 años que hayan abandonado el colegio y que busquen trabajar para terminar sus estudios. Urge saldar la deuda de la Ciudad con sus más de 700 mil adultos mayores. El Ministerio atiende sólo a 6 mil. Debemos incrementar el alcance de los planes y tratar a este grupo como lo que es, una clase activa parte integral de la Ciudad.   Ya lo dijimos, nuestro desafío es la inclusión de las personas en el ámbito social. A esto apunta la asistencia de la violencia doméstica y sexual, observando los problemas específicos de cada público (mujeres, niños y adolescentes). Aquí profundizaremos los vínculos con el tercer sector para que nos ayuden en nuestra tarea.   Inclusión significa también mejorar las oportunidades. El fomento de los microcréditos y el  programa Ciudadanía Porteña buscan ser parte de la solución. En ambos casos debemos aumentar los montos y beneficiarios.   Estos son algunos de los ejes de gestión. Está claro que el camino es largo y pedregoso. Para transitarlo necesitamos entrar en sintonía con todos los sectores de la sociedad. Es nuestra responsabilidad implementar las políticas que describí anteriormente. Deber de todos los vecinos es seguir nuestra labor y exigirnos. Sólo entre todos podemos aspirar al desarrollo.