Por muchos motivos esta provincia está en el ojo de la tormenta. Bien sabido es que no es lo mismo una gestión exitosa al frente de la intendencia de Rosario que al frente de la provincia. Por ello la experiencia de Binner es fundamental para todo el arco opositor, como globo de ensayo.

  (Cuarto Intermedio  – 3 de febrero de 2009)- Alguien debe demostrar que es posible gobernar al margen del peronismo. Pero el socialista sigue sin levantar el perfil ni mostrase como una alternativa nacional. Su contraparte sería Macri, que no esconde sus intenciones pese a una gestión con muchos claroscuros.Claro que antes de 2011 está el 2009, y en el resultado de las legislativas nacionales, Santa Fe también es importante. Mientras que la oposición tiene que -al igual que en los restantes distritos- superar sus contradicciones y mostrarse como un alternativa no solo viable sino distinta de la Alianza de 1999, el oficialismo tiene también serios problemas.Kirchner, arquitecto casi solitario de la estrategia oficialista, parece haberse convencido del fracaso del proyecto Rossi. El barbado presidente de la bancada oficialista de Diputados solo ha demostrado una gran predisposición y lealtad para ponerle el pecho y la cara a cuanto proyecto impulsó el gobierno, pero por diversos motivos el bloque se ha venido desgranando y en su provincia casi no puede caminar libremente (en las últimas horas sufrió un escrache de productores rurales). Esto no debería extrañar a nadie, dado que si bien logró la banca de diputado, en las internas había perdido hasta con Bielsa, que a su vez venía de un fracaso en Capital Federal.Desde la finalización del conflicto con el campo, Néstor llegó a la conclusión que Reutemann era un mal necesario para su proyecto y comenzó a negociar con él, relegando a Rossi al triste papel de pato de la boda. Este ahora se debate entre retirarse como soldado fiel, o bien comenzar a mostrar al resto del kirchnerismo, lo mal que se paga la lealtad.Como muchos otros antiguos dirigentes peronistas, el Lole comenzó a desperezarse y hasta entusiasmarse con el ocaso del kirchnerismo, aunque debería saber que la tragedia de la actual sequía y el desamparo estatal hacia los productores arruinados, a muchos les ha refrescado el recuerdo de las inundaciones, cuando el ex piloto era gobernador y encarnaba el mismo desamparo. Por ello es que si Binner se lo propusiera, no sería descabellado pensar en un Reutemann senador por la minoría.                                                                                                  G.W.