Nada ordinaria

El domingo 1º de marzo el Congreso de la Nación recobrará vida luego de un  receso veraniego tranquilo (por lo menos puertas adentro). Como bien se sabe,... Por Cuarto Intermedio

El domingo 1º de marzo el Congreso de la Nación recobrará vida luego de un  receso veraniego tranquilo (por lo menos puertas adentro). Como bien se sabe, se celebrará la Asamblea Legislativa que presentará una impensada particularidad: Cristina, Cobos y ¿Néstor? juntos.

  (Cuarto Intermedio  – 27 de febrero de 2009)- El inicio del 127º período de sesiones ordinarias del Congreso de la Nación permitirá ensayar el nuevo hemiciclo parlamentario conformado luego de los movimientos en los bloques (sobre todo del Frente para la Victoria) que se produjeron durante las vacaciones. Allí, se podrá vislumbrar como se empezarán a ubicar los legisladores (por lo menos los de la cámara baja ya que el acto se realizará allí) y además no faltarán las clásicas “perlitas”, que en su mayoría consisten en el cruce seco de miradas, declaraciones picantes frente al centenar de cronistas apilados sobre las vallas (si es que el interesado no se apersona en el salón, como suele suceder en muchos casos), indiferencia y los ya trillados “abrazos para la foto”.Según dejó entrever el Vicepresidente de la Nación mediante un comunicado de prensa, su asistencia no solo está más que confirmada (se especulaba que “inventándole” un viaje al exterior podía ser la excusa perfecta para no cruzarse a la Presidenta), sino que además detalla cada uno de los pasos a seguir que indica el protocolo donde, por supuesto, incluye a la primer mandataria. “Se respetarán los procedimientos de organización tal como se realizaron en la Asamblea del año anterior”, reza la gacetilla.Otro detalle no menor y quizás el más pintoresco, será la casi segura presencia del “primer caballero” y presidente del Partido Justicialista (PJ), Néstor Kirchner. Dirigentes del justicialismo afirmaron por lo bajo que con su asistencia les daría una clara señal a todos los allí presentes de que el kirchnerismo y su injerencia sigue intacta y más vigente que nunca. Paralelamente, también serviría a modo de mensaje para aquellos que aún se encuentran deshojando la margarita en lo que se refiere a seguir perteneciendo o no a la fila oficialista. Más allá de la inexistente relación que existe hoy entre Cristina Fernández y su vice, la circunstancia obligará una salida forzada (pero en definitiva concreta) del freezer, que sin dudas y más allá del sinnúmero de opiniones que levantará, por lo menos contribuirá a sumar un gesto de institucionalidad por parte de las autoridades nacionales. Que así sea.