La Presidenta desperdició la oportunidad de dar certidumbre

En su mensaje a la Asamblea Legislativa el año pasado dijo que dar cuenta del estado de la Nación presupone decir hacia dónde vamos, definiendo sus instrumentos... Por Cuarto Intermedio

En su mensaje a la Asamblea Legislativa el año pasado dijo que dar cuenta del estado de la Nación presupone decir hacia dónde vamos, definiendo sus instrumentos operativos. Para soñar y trabajar por un proyecto nacional hace falta credibilidad y restituir la confianza.Por Oscar AguadDiputado de la Nación.

 (Cuarto Intermedio  – 9 de marzo de 2009)- Por ello, no es buena la prédica de atizar enfrentamientos entre quienes la componen, con la peligrosa y falsa opción de sacar a unos para dar satisfacción a otros. En esa anteojera fiscalista está el error. El gobierno debe administrar bien las finanzas, donde ya grava con el 30 % del PBI a los que trabajan y producen, pero debe tener políticas para crear más riqueza y atraer inversiones del sector privado, único modo de generar empleo y redistribuir riqueza.

Pese a la precisión de cifras, la Presidenta no informó sobre lo que sucede desde octubre en adelante, que es la realidad sobre la que debe actuar. En este sentido ha habido una desaceleración de la actividad económica y una importante caída en la generación de empleo. Todo producto de una crisis doméstica que tiene que ver con la falta de inversiones y con la falta de confianza en el gobierno, agravado por esta vocación voluntarista de querer sustituir la iniciativa privada, ahogando impositivamente a los productores.

El campo está en quebranto y paralizada la industria, en el comercio se corta la cadena de pagos y creció el rechazo de cheques. La caída del 30 % en el transporte de cargas indica el cuadro económico actual y su impacto en pueblos y ciudades de todo el país. La salida de capitales fue de U$S 31.000 millones en los últimos 18 meses, o sea mucho antes de la crisis mundial.

La evolución de la inversión en el 4º trimestre, según INDEC, cayó 2,8 % en pesos constantes. De crecer al 20% pasó a crecer 10%, luego al 5,5 % y en el cuarto es negativa en 2,8 %. Esto habla de una caída en picada desde antes de la crisis internacional, que pegará desde marzo – abril en adelante en nuestra economía real.

La producción industrial, según la UIA, cayó 6,8 % en Diciembre 08 contra Dic.07. Según FIEL Enero cayó 11,4 %.

Acero cayó 31,9 %; automóviles 54,6 %, Enero 09 contra enero 08.

El Superávit fiscal cayó 41% en enero, pese a que la presión impositiva es 30% PBI, en los ’90 era 20% y en los 80, 10%.

Cuando asumió Kirchner, el resultado fiscal de las provincias fue positivo (4.452 millones en 2004; 2008 fue negativo en $ 3.300 millones y se estima un déficit de $ 4.300 para 2009).

El Superávit comercial caería de U$S 13.000 a U$S 7.000 millones. El déficit comercial con Brasil 2008, U$ 4.344 millones, cuando asumió Kirchner (2003) la balanza fue positiva en U$S 113 millones. Con China en 08´ la balanza fue negativa en $500 millones; cuando asumió Kirchner en 2003 era positiva U$S 1.800 y cayó todos los años. Han caído exportaciones y descendieron un poco menos las importaciones.

Las exportaciones 2008 fueron de U$S 70.588 millones, y se estima para 2009 U$S 52.571 (26,1 % menos). Diciembre cayó 24 % respecto Dic.07 las exportaciones. En enero '09 respecto enero '08 las exportaciones cayeron 36%. Ya no tenemos el dólar competitivo declamado y ello repercute respecto Brasil y Chile y la presión exportadora de China e India, achicarán más ese superávit hasta neutralizarse por una avalancha de importaciones. Este año se cosecharán 25 millones menos de toneladas de granos y se faenarán 800.000 cabezas menos de ganado, a su vez se faenan más animales de menos kilos y más vientres.

No hay créditos de evolución, las tasas son impagables y no hay fomento a las Pymes, pese al apoderamiento de los fondos previsionales.

Finalmente, respecto de la cuestión educativa, la Presidenta parece ignorar que en trece provincias hay severos conflictos docentes. Con esto consolida las desigualdades entre compatriotas, crecientes en la realidad, aunque no las registren las manipulaciones del INDEC.