A poco más de dos meses para las elecciones no solo se desconoce quienes conformarán las listas, sino que también cuales serán las plataformas de campaña. Una de las más nombradas, la inseguridad, seguramente será el caballito de batalla para varios pero poco se habla del camino que lleva a una persona a empuñar un arma.
(Cuarto Intermedio – 7 de abril de 2009)- Más gendarmes a la calle, incorporación de nuevas tecnologías tales como los sistemas de navegación satelital (GPS) para los patrulleros, cámaras de seguridad ubicadas en las principales autovías del gran Buenos Aires y policías retirados de la fuerza puestos nuevamente en funciones fueron, en líneas generales, los principales puntos anunciados por la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner para combatir la inseguridad (o la sensación, según su ministro de Justicia y Seguridad, Aníbal Fernández).Además, se debe tener en cuenta que el jefe de Gabinete, Sergio Massa, mantuvo durante el último mes una serie de encuentros con el titular de la Corte Suprema de Justicia de la Nación donde se acordó destrabar fondos que ayuden a agilizar los trámites judiciales. Esta situación, viene siendo aprovechada por los delincuentes que gozan de una suerte de “libertad bajo fianza” hasta tanto los juzgados se acuerden de ellos y los citen para compadecer frente al juez. Hasta ese entonces, el imputado seguramente habrá recaudado el suficiente dinero para pagarse un destacado profesional que le morigere la pena o en el mejor de los casos (para él), disfrutar de la “maravillosa” libertad condicional.“Existe una sensación de inseguridad total que no se puede manipular de ninguna forma, sino combatiéndola”, manifestó hoy por la mañana Carlos Fayt a contramano de lo dicho ayer por su colega de la Suprema Corte, Eugenio Zaffaroni, quien denunció una manipulación política detrás de las quejas por la inseguridad. Buena señal, entonces, si desde el máximo tribunal se avizora un fallo dividido frente al flagelo de la delincuencia.Por otro lado, la sociedad, los medios, constitucionalistas y algunos legisladores, se disputan el micrófono para ver que se hace con los menores de edad (por no decir niños, en la mayoría de los casos), quienes aumentaron su participación no solo en la concreción de delitos, sino también en los asesinatos.Así como en las matemáticas, los resultados son consecuencias de las fórmulas y trasladando ese ejemplo a la problemática actual, la exclusión, pobreza, falta de educación, empleo y dignidad, quizás formen parte de una nomenclatura que hoy se conoce y padece como inseguridad. Además de las medidas adoptadas para controlarla o prevenirla, mal no vendría que se ensayara trabajar sobre algunas de ellas para ver que sucede.