Un tridente con posibles problemas de cartel

Después de las declaraciones alarmistas de Néstor Kirchner, sobre el posible “caos” que puede desencadenar una mala elección del oficialismo en las próxmas elecciones, la oposición... Por Cuarto Intermedio

Después de las declaraciones alarmistas de Néstor Kirchner, sobre el posible “caos” que puede desencadenar una mala elección del oficialismo en las próxmas elecciones, la oposición tomo esa conjetura y la transformó en una postura a la que denominaron como: “el fin del kirchnerismo”.

 (Cuarto Intermedio  – 15 de mayo de 2009)- Más allá de lo apresuradas y peligrosas que pudieron resultar las hipótesis del ex presidente santacruceño, sería conveniente analizar quiénes son los que se autopostulan para asumir un rol protagónico ante un posible debilitamiento de la composición del parlamento oficial. Uno de los frentes con cierta estructura armada a nivel país, y con una aceptable medición en las encuestas, es el Acuerdo Cívico y Social. Un frente conformado por la troupe de la líder de la  Coalición Cívica, Elisa Carrió, más un importante componente radical capitaneado por Julio Cobos (siete de los primeros ocho lugares de la lista de la Provincia de Buenos Aires son ocupados por dirigentes formados en la UCR), y el aporte de la pata Socialista, con Hermes Binner como máximo exponente.

Para el ala radical en cambio, Julio Cobos es el que emerge con todas las chances, apoyado en su imagen positiva que ronda el 70 por ciento según las encuestas y al enfrentamiento que el mendocino mantiene con Cristina Fernández. El Socialismo por su parte, sabe que corre con menos chances de imponer su candidato si se mantiene dentro del frente para ese entonces y sueña con una victoria del actual gobernador de Santa Fe sobre el ex piloto de Formula 1, Carlos Reutemann. Un resultado que sería un espaldarazo importante para las aspiraciones del candidato número uno del histórico partido de Juan B. Justo.

Es mejor estar prevenido y seguir de cerca el juego de las internas partidarias, ya que en épocas de lealtades tan volátiles es factible que en un tiempo no muy lejano los candidatos de un mismo frente dejen de disimular las fisuras y comiencen a pasarse facturas. Ahí si será el tiempo de redescubrir quién es quién y cuáles eran las verdaderas intenciones. Esperemos que no sea tarde.