Cierra la escribanía

En un comicio plagado de acusaciones y carente de ideas ganó la oposición. Por su parte, el gobierno tendrá la histórica oportunidad a partir del... Por Cuarto Intermedio

En un comicio plagado de acusaciones y carente de ideas ganó la oposición. Por su parte, el gobierno tendrá la histórica oportunidad a partir del año que viene de reivindicar tanto a propios y ajenos fomentando algo que el votante parecería haber reclamado: el diálogo.

 (Cuarto Intermedio  – 29 de junio de 2009)- Los cálculos, a diferencias de elecciones pasadas, esta vez no fallaron. Pese al frenesí con el que cada candidato manifestaba las diferencias porcentuales respecto a sus contrincantes, lo cierto es que en lo que a bancas respecta para la nueva composición del parlamento nacional, ganaron Macri, Cobos, Carrió (en menor medida de la que confiaba), Reutemann, Das Neves, Juez y Solanas.

¿Cómo afecta esto al gobierno en 2010? Simple. Todos ellos están en la vereda de enfrente del oficialismo y ello obligará al debate en ambas cámaras. Hasta ahora (y seguramente hasta fin de año), el Congreso hacía las veces de escribanía para el Ejecutivo nacional dado que las leyes promovidas desde Balcarce 50 no encontraban mayor resistencia para que al poco tiempo hicieran su aparición en el Boletín Oficial.

Hasta el 10 de diciembre y siempre en cuando no se produzca otra sangría, el Frente para la Victoria deberá aprovechar el quórum para tratar iniciativas que podrían encontrar resistencia el próximo año, tales como la modificación de la ley de Riesgos de Trabajo (ART), la nueva ley de Radiodifusión y el Presupuesto 2010, entre las más representativas. Caso contrario, los 96 kirchneristas puros que conformarán el nuevo hemiciclo oficialista, deberán trabajar muy fuerte durante el receso veraniego para llegar a la próxima apertura de sesiones ordinarias con la mayor cantidad de aliados tomados de la mano.

La oposición, dividida pero claramente victoriosa porque reforzó su presencia en el parlamento, ya le exigió a la Presidenta gestos de buena voluntad para no empezar con el pie izquierdo. De hecho el pedido más irritante, no solo por su contenido sino por su procedencia, salió de boca de Francisco De Narváez. “El Gabinete nacional  requiere cambios, sumando hombres y mujeres que crean en el diálogo”, manifestó hoy por la mañana.   

Se avecina entonces, un 2010 de consensos. El gobierno no solo puso en juego bancas en las legislaturas nacionales, sino que plebiscitó su gestión, la de gobernadores (Scioli, claramente el más afectado) y también la de algunos intendentes que prestaron sus apellidos para encabezar las candidaturas testimoniales, terminología estrella de esta elección.

Si el plan, tanto para el oficialismo como la oposición es garantizar la gobernabilidad y el bienestar de todo el pueblo argentino, primero convendría trabajar en los cargos para los que fueron elegidos y dejar de lado para más adelante la competencia para saber a quien de ellos le calzaría mejor el traje presidencial en 2011.