El oficialismo sigue sumando deserciones en la cámara Baja y ya no saben como seguirá repercutiendo la ola expansiva. Los rumores indican que habría otro éxodo para antes de fin de año y por consecuente, volverá a reabrirse el Congreso antes de lo previsto.
(Cuarto Intermedio – 28 de julio de 2009)- El libro de pases del Frente para la Victoria en la cámara Baja continua abierto. Es que en el día de ayer, Gustavo Zavallo, Cristina Cremer de Busti (esposa del ex gobernador Jorge Busti) y María de los Angeles Petit oficializaron su decisión de romper con el oficialismo para conformar un interbloque con otros diputados.
Cuarto Intermedio viene dando cuenta de la sangría de legisladores del Frente para la Victoria y de los pedidos de Cristina Fernández de Kirchner a los jefes de bloque en el parlamento nacional para evitar las fugas que comenzaron con la Resolución 125. Luego sucedió la de Carlos Reutemann que arrastró otros soldados más, y finalmente, tras el revés electoral de las elecciones del pasado 28 de junio, lo propio volvió a suceder. Otra de las bajas que hasta el día de ayer permanecía inexplicablemente bajo el riñón kirchnerista, es la del dirigente gastronómico Luis Barrionuevo. Pese a los duros términos con los que el catamarqueño se dirigía hacia el matrimonio presidencial en cuanto medio aparecía, su apellido seguía figurando entre las filas del bloque oficialista. Según dejó saber, se integrará el bloque sindical comandado por su cuñado Dante.
¿Y que pasará con Graciela Camaño, esposa de Barrionuevo? Todavía nada hasta tanto los gastronómicos vean como encajarán en el nuevo hemiciclo que presentará el Congreso nacional a partir de 2010. No obstante, la posibilidad de abandonar el oficialismo con la promesa de “acompañar desde otro espacio”, es una alternativa a la que no solo Camaño podría recurrir en el caso de buscar una salida menos traumática del kirchnerismo.
No es casualidad entonces, que el parlamento de la nación continúe stand by (solo sesionaron tres veces en lo que va del año) mientras, calculadora en mano, Agustín Rossi ensaya cuentas que le aseguren la cantidad de manos suficientes para bajar con tranquilidad los proyectos al recinto. Si bien la balanza para el quórum sigue estando del lado oficialista, se especula con poder terminar a tiempo la redacción de una serie de medidas vitales que confían sacar sin la necesidad de recurrir a los eventuales “aliados” de los que hiciera mención la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner luego de la derrota electoral.