Y encima quería salir…

La Cámara Nacional de Casación Penal rechazó conceder “salidas transitorias” a un delincuente con frondoso prontuario que fue condenado por última vez en 2004 a... Por Cuarto Intermedio

La Cámara Nacional de Casación Penal rechazó conceder “salidas transitorias” a un delincuente con frondoso prontuario que fue condenado por última vez en 2004 a 30 años de reclusión por delitos como homicidio, robos agravados por la utilización de armas reiterados, abuso sexual y violación calificada.

(Cuarto Intermedio  – 6 de agosto de 2009) – El delincuente “cumplió un largo tiempo en prisión por delitos cometidos en jurisdicción de la provincia de Buenos Aires. Tras ser puerto en libertad condicional por el juzgado de Transición número dos de Morón el 22 de febrero de 2000, poco tiempo después, en el mes de junio de 2003, llevó a cabo el hecho por el que fue condenado por el delito de homicidio cometido en ocasión de robo a la pena de 12 años de reclusión y a la pena única de 30 años de reclusión por el tribunal oral número 4 de la Ciudad de Buenos Aires, sentencia que recayó en el mes de marzo de 2004”.

El resumen de antecedentes indica que tenía una condena anterior a 22 años de reclusión por “privación ilegítima de la libertad agravada por el modo de comisión reiterado en tres ocasiones, robo agravado por uso de armas cometido en forma reiterada, siete ocasiones, abuso deshonesto y violación calificada por el concurso de dos o más personas en concurso material entre sí y como partícipe primario de los delitos de abuso deshonesto y violación calificada por el concurso de dos o más personas cometido en forma reiterada en dos hechos”.

Pese a ello, una defensora oficial pidió que le fueran concedidas las salidas transitorias. Pero los informes médicos y psicológicos fueron categóricos: “se trata de un sujeto inmaduro, con características antisociales y total identificación a la vida delictiva en la que predominan los rasgos impulsivos… su reinserción social, en el caso de acceder a la soltura transitoria, resultaría negativa en virtud de las características de su personalidad, así como también la poca aceptación de las conductas delictivas que desplegó. El interno vinculó su actividad recurrente como un trabajo. La personalidad del interno no resulta apropiada para manejarse en el medio libre por no tener, entre otras cosas, conciencia del ilícito producido”.

Así y todo, estuvo a punto de salir.