Moreno porvenir

Los anuncios de cambios que hicieron hace algunas semana sobre el INDEC, no solo provocaron una andanada de críticas hacia el gobierno. Nuevamente, la figura... Por Cuarto Intermedio

Los anuncios de cambios que hicieron hace algunas semana sobre el INDEC, no solo provocaron una andanada de críticas hacia el gobierno. Nuevamente, la figura de Guillermo Moreno está en tela de juicio y además de los ajenos, ahora también parecería fastidiar a algunos propios.      

 (Cuarto Intermedio  – 6 de agosto de 2009) – El secretario de Comercio Interior no solo tuvo que resistir a los embates de la prensa a través de un profundo silencio, sino que ahora también se le sumó la presión de algunos funcionarios de alto nivel que le sugirieron dar un paso al costado.

Según las versiones que circulan en el entrono gubernamental, el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, le habría sugerido a Guillermo Moreno que presente su renuncia para que se puedan llevar a cabo los tan mentados cambios en el INDEC. De esa forma, tanto para la oposición como para la opinión pública, no deberían existir argumentos de que tras los anuncios de nuevas medidas para con el organismo, siga la sombra de Moreno controlando lo que allí siga sucediendo.

Si bien luego de las elecciones legislativas del pasado 28 de junio el apellido del  secretario de Comercio era uno de los más mencionados para que presentara su renuncia en pos de contribuir a la oxigenación ministerial, eso nunca sucedió dado que con la salida del ex secretario de Transporte, Ricardo Jaime, la oposición se hubiera hecho un “festín mediático” con dos de los funcionarios más polémicos y acusados de cometer irregularidades en los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner.

Justamente Jaime, es ahora motivo de denuncias e investigaciones, siendo la más reciente, la relacionada al incremento de su patrimonio y a la del uso de un Jet (que hasta la fecha no se sabe a quien pertenece) que aparentemente el ex funcionario usaba con frecuencia para desplazarse a la provincia de Córdoba y a países vecinos.

En el caso de Moreno, su renuncia hubiera implicado que las denuncias, al igual que como sucede con Ricardo Jaime, recayeran directamente sobre su persona y con sus acciones durante su gestión en el gobierno. Por tanto, esa fue la excusa perfecta para que el secretario de Comercio adujera que ello podría implicar un debilitamiento en la imagen del Ejecutivo, puesto que su salida conllevaría a otro escándalo relacionado con la Casa Rosada y no a una acción tendiente a oxigenar los apellidos en el gabinete nacional.

No obstante y como bien consignáramos más arriba, habría otros funcionarios que consideran que el ciclo de Moreno está agotado y que el costo por mantenerlo podría ser más alto del que si lo dejaran ir.