Luego de haber atravesado por algunas mesetas de la agenda, donde tanto vencedores como vencidos de la pasada elección quedaron en segundo plano como consecuencia del conflicto del fútbol, la ronda de diálogo político y las sesiones en el Congreso, para algunos ya es tiempo de retomar la iniciativa.
(Cuarto Intermedio – 27 de agosto de 2009) – Pero no será a través de cruces internos o acusaciones, como ocurriera recientemente entre los senadores Carlos Reutemann y Roxana Latorre, o como las desavenencias públicas de Elisa Carrió y Margarita Stolbizer.
Desde el espacio liderado por Mauricio Macri, piensan que algunos de sus integrantes tienen que retomar la iniciativa para diferenciarse de las otras fuerzas portando la bandera de la gestión. No obstante, primero se debe levantar el perfil de sus principales referentes, ya que poco se supo de ellos luego de la tan resonada victoria legislativa frente al kirchnerismo en los últimos comicios.
Francisco De Narváez, una de las figuras emblemas del macrismo, no por casualidad salió públicamente a declarar de que estaba en todo su derecho a presentarse como candidato a Presidente en 2011 (pese a haber nacido en territorio colombiano). Además y casi en simultáneo, Felipe Solá hacía lo propio en territorio bonaerense y también frente a todo micrófono que se le cruzara por delante. Pero, ¿dos candidatos de la misma fuerza persiguen el mismo objetivo? Aunque ganas no le falten, hoy por hoy no pasa por allí el eje de la cuestión. Como dice la frase que ya muchos políticos hicieron propia, “falta mucho para 2011”.
En el caso de Solá, no se trata de ninguna novedad de que blanqueara sus intenciones presidenciales. De hecho, es algo que viene repitiendo hace algunos años y quizás al estar próximo el día (en principio será este viernes en Neuquen) en el que el gobernador de Chubut, Mario Das Neves, lanzará oficialmente su carrera para aspirar al sillón de Rivadavia, no dejó de ser oportuno recordarle a la ciudadanía y a los medios de que en Balcarce 50 también estaría “su lugar en el mundo”.
Francisco De Narváez, por su parte, también se vio en la obligación de realizar alguna maniobra para salir del mutismo. En este caso, levantando una polémica (la de su posible candidatura a Presidente), que más que un problema entre individuos o con terceros, sería con la Constitución Nacional. Por consecuente, no sufrirá daños colaterales puesto que la lectura que se desprende de ello, es que la disputa es con una norma y no contra una persona. De todas formas, en el último tiempo hubo una cuota de voluntarismo en su silencio porque cuando el conflicto en el fútbol estaba en su punto máximo de eclosión, lo mejor era no asomar siquiera la cabeza dado que su apellido sigue figurando entre los principales accionistas de América TV.
¿Y Macri? ¿Estará de acuerdo con que dos de sus “soldados” eligieran hablar de presidencia cuando se supone que dentro de esa fuerza es él, quien tiene la exclusividad de usar esa palabra? Por lo pronto, su jefe de Gabinete (Horacio Rodríguez Larreta), solo se limita a decir lo bien que podría calzarle la banda presidencial a Mauricio si se presentara en las próximas elecciones, aunque por lo bajo es consciente de que el PRO, más allá de sus individualidades, precisa levantar el perfil a nivel nacional porque es prácticamente nula la representatividad cuando se cruzan las fronteras de la provincia de Buenos Aires.
Mientras se planea armar una estrategia para comenzar a penetrar en el interior, los más desconfiados miran de reojo al binomio properonista bonaerense porque desde el macrismo puro se teme que opaquen al jefe de Gobierno porteño hasta tanto éste se decida si dentro de dos años cruza la Plaza de Mayo o, como en el spot de campaña de Fernando De la Rúa, la mira desde el balcón de la alcaldía porteña durante cuatro años más.