Agresiva con ajenos y moderada puertas adentro. Así fue la reaparición en escena de Elisa Carrió. A poco menos de dos meses para hacer su reingreso a la cámara Baja, “lilita” parece haber comprendido que es momento de apretar algunas manos en lugar de soltarlas.                     

(Cuarto Intermedio  – 23 de octubre de 2009) – Tal como veníamos vaticinando desde Cuarto Intermedio web, muchos de los denominados “victoriosos” de la pasada elección legislativa decidieron volver a la primera plana dado el poco tiempo que los separa del 10 de diciembre para que asuman sus bancas en el Congreso de la Nación.

La que más ruido hizo durante su campaña y más silencio mantuvo una vez celebradas las elecciones, fue la líder de la reinventada Coalición Cívica-ARI, Elisa Carrió. Alejada por propia voluntad y según dicen también por indicación médica, la chaqueña volvió a mostrarse en las principales mesas de debate periodísticas y sus fuertes frases para con el matrimonio presidencial volvieron a ornamentar las páginas de los matutinos. Incluso, aprovecho las sucesivas manifestaciones piqueteras para denunciar la existencia de “grupos armados” que alteran el orden y paz social y responsabilizó directamente al Ejecutivo nacional de que eso estuviera sucediendo.

Por otra parte y de la mano de quien la secundara en las últimas presidenciales, el senador radical Gerardo Morales, esbozó una suerte de agenda pública para delinear la estrategia política y parlamentaria que pretenden adoptar luego del recambio legislativo. No obstante, la parte más difícil consistirá en mantener lo más tibia posible la relación con aquellos dirigentes como Stolbizer, Binner, e incluso con el vicepresidente Julio Cobos, para no encontrar resistencia interna al momento de votar iniciativas el próximo año. Pese a la derrota electoral del oficialismo, es consciente que éste llega desinflado pero no derrotado al recinto.

Desde el entorno de “lilita” dejaron trascender que su jefa se abocará (por lo menos ahora), a cuestiones netamente parlamentarias y que dejará en un segundo plano las diferencias partidarias con aquellos con los que supo compartir escenario y boleta el pasado mes de junio.