El procurador general de la Nación, Esteban Righi, acaba de apartar del cargo que venía desempeñando desde hace casi tres años al fiscal general Fabián Céliz, uno de los hombres más probos y trabajadores del Ministerio Público.

(Cuarto Intermedio  – 26 de noviembre de 2009) – En su lugar, designó a otro buen fiscal llamado Marcelo Solimine, quien a estas alturas, debería ser integrante de la Cámara del Crimen porteña, ya que había salido primero en un concurso en el que había cinco cargos vacantes, pero fue inexplicablemente relegado. “Lo compensaron”, se escuchó decir en cercanías de la Procuración. “Pero lo ‘cagaron’ a Céliz”, replicaron otras voces.

Lo cierto es que Céliz, quien intervino recientemente en el juicio por Cromañón, fue designado para intervenir en el juicio oral que se realizará en San Martín por la denominada “Ruta de la Efedrina”.

La explicación oficial sobre ese nombramiento indica que “hace falta alguien con experiencia en ese juicio, porque el fiscal que estaba no tiene rodaje en juicios orales ni tampoco en cuestiones penales”.

Lo cierto es que el enroque, lejos de ser un premio, parece un castigo para el fiscal. No obstante, desde altos estamentos de la Justicia ya le hicieron llegar un mensaje: “la cosa no es contra vos. Aguantá un tiempo que ya te van a dar lo que te corresponde”.