El instituto había sido creado en la reforma constitucional de 1994, pero nunca puesto en marcha. Se designó al platense Carlos Bonicatto.
(Cuarto Intermedio – 10 de diciembre de 2009) – Con el voto de los dos tercios de los presentes, el Senado bonaerense aprobó ayer la designación del platense Carlos Bonicatto como nuevo Defensor del Pueblo de la Provincia, un cargo creado en la reforma constitucional de 1994 y nunca puesto en marcha. El ex diputado del FpV fue elegido con el voto de todos los bloques políticos con excepción de los senadores de la Coalición Cívica-ARI, que objetaron el mecanismo deselección.
Bonicatto, que concluye su mandato en las próximas horas, estaría acompañado en su nueva función por otros diputados y senadores que también se despiden de la Legislatura. Uno de ellos es el radical Marcelo Honores, que será uno de los secretarios de la Defensoría, aunque tendrá el carácter de adjunto, ya que reemplazará al titular del organismo en caso de ausencia.
También se habla de que Unión Pro promoverá para otra secretaría al diputado Sergio Nahabetián, otro que está a punto de cumplir mandato. Con todo, será el propio Bonicatto el que promoverá la designación de sus acompañantes en un plazo que vence en 30 días. El organigrama que presente deberá ser aprobado por la misma comisión bicameral que propuso su nombramiento.
La senadora justicialista Marta Helguero, quien se desempeñó como vicepresidente de la comisión bicameral del Defensor del Pueblo, ofició ayer como miembro informante por el oficialismo, destacando tanto los antecedentes personales y profesionales de Carlos Bonicatto, como su “gran vocación de servicio”.
Según establece la Constitución provincial reformada en 1994, el Defensor del Pueblo tiene a su cargo “la defensa de los derechos individuales y colectivos de los habitantes” y “ejerce su misión frente a los hechos u omisiones de la administración pública, fuerzas de seguridad, entes descentralizados o empresas del Estado que impliquen el ejercicio ilegítimo, defectuoso, irregular, abusivo, arbitrario o negligente de sus funciones”.
En sus nuevas funciones, Bonicatto tendrá plena autonomía funcional y política y tendrá un mandato de cinco años, pudiendo ser designado para un segundo período.