Cuando estalló lo que podría denominarse “la crisis de la efedrina”, algunas operaciones de contrabando internacional fueron desbaratadas casi por casualidad.

(Cuarto Intermedio – 30 de diciembre de 2009)- Una de ellas fue el envío de unos 200 kilos de efedrina a México disimulados en un cargamento de azúcar; la droga llegó a destino, pero fue incautada allí y se inició una investigación que terminó con varios procesados en la Argentina.Recientemente, la Sala Quinta de la Cámara en lo Contencioso Administrativo confirmó una decisión colateral derivada de aquellos procesamientos: la suspensión para operar como despachante de aduanas de Maximiliano Iñurrutegui, considerado hasta ahora “partícipe primario de contrabando de exportación consumado de efedrina oculta en un cargamento de azúcar”.El despachante no está detenido pero tampoco puede trabajar como lo hacía antes de ese episodio, por lo que denunció que “se ve imposibilitado de realizar su actividad cotidiana y mantener el único ingreso económico que es sostén de su familia”.Sin embargo, la Justicia reivindicó la reglamentación de la Aduana de “de suspender preventivamente al personal que se encuentre procesado por algún delito incompatible con el desempeño de su función, hasta que recaiga pronunciamiento en la causa penal a su respecto”.