Una reunión de legisladores bonaerense donde se oyeron voces que cuestionaron la conducción del partido se convirtió en centro de una dura polémica.

(Cuarto Intermedio – 28 de enero de 2010)- Pese a que oficialmente el Gobierno bonaerense se esmeró en desmentir “la rebelión en la granja” -tal como la denominó ayer el jefe de Gabinete bonaerense, Alberto Pérez- por parte de diputados bonaerenses, las voces de descontento por parte de los legisladores no se acallaron, y surgieron nuevas revelaciones acerca del encuentro mantenido en la residencia costera del presidente de la Cámara baja, Horacio González, del que participaron 22 de los 37 integrantes del bloque oficialista.

El pasado lunes los diputados hicieron un fuerte “planteo político y de gestión” al gobernador bonaerense, Daniel Scioli, y al diputado nacional y ex presidente, Néstor Kirchner. Los legisladores cuestionan la forma de conducir los destinos del PJ por parte de los dirigentes, y advirtieron que de no modificar su estrategia, el patagónico llevará al peronismo a una nueva derrota electoral.

Además, los legisladores pidieron mayor diálogo: “no queremos que nos manden las leyes sin consultarnos”, se quejaron el lunes, al tiempo que pidieron que “no nos exijan definiciones políticas para evitar que el bloque se rompa en mil pedazos”.

Sin embargo, ayer por la mañana desde el Ejecutivo negaron que hayan existido estos planteos y, por el contrario, informaron que se trató de una reunión de “apoyo” al Ejecutivo.

El jefe de Gabinete bonaerense indicó que el encuentro de los diputados se trató de “una reunión de trabajo” donde “se evaluó la agenda legislativa” y se efectivizó “el apoyo al gobierno provincial, porque son el bloque oficialista, y al gobierno nacional, por pertenecer a un mismo proyecto”.

“El peronismo siempre es discutidor, rebelde por naturaleza, pero cuando se toma una decisión, todos acompañan”, indicó Alberto Pérez, al tiempo que sostuvo que “no hay ninguna rebelión en la granja”.

También González, el anfitrión del polémico encuentro, intentó bajarle el tono a la reunión, al sostener que “de ninguna manera se planteó una rebelión o una política de 'basta, no va más'”.