Locura en diputados

En una Cámara en la que no hacen tantos años se sancionaron leyes importantes con “diputruchos”, es fácil caer en la tentación de afirmar que... Por Cuarto Intermedio

En una Cámara en la que no hacen tantos años se sancionaron leyes importantes con “diputruchos”, es fácil caer en la tentación de afirmar que ya se ha visto todo. Sin embargo el 7 de abril se registraron conductas que desafiaron la capacidad de asombro para muchos.

(Cuarto Intermedio – 8 de abril de 2010)- Sectores opositores consensuaron un dictamen modificando la ley 26.122 que regula el trámite y aprobación de los DNU, y con mayoría en las comisiones y la presidencia de dos de las tres intervinientes, citaron a una reunión conjunta prevista para las 10.00 hs. Cabe señalar que este consenso se armó con el objeto de poner límites a un oficialismo que en opinión de la oposición, abusa de este instrumento en perjuicio de la competencia del Poder Legislativo, por lo que el oficialismo -obviamente- se opuso. Como corresponde, la reunión sería conducida por la diputada Graciela Camaño en su carácter de presidente de la comisión con competencia primera (Asuntos Constitucionales). Como es habitual, sobre todo en las reuniones plenarias que requieren la presencia de tantos legisladores, el quórum se estaba conformando lentamente por la crónica tardanza de los diputados, cuando siendo las 10.40 hs., el único diputado oficialista presente por ser Presidente de la comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento (3ra competencia), el tucumano Vargas Aignasse, anunció que excedido el término reglamentario de 30 minutos posteriores al horario de citación y no habiéndose alcanzado el quórum, la reunión se levantaba, para luego abandonar la sala.Para abreviar el relato, 30 minutos más tarde, la oposición alcanzó el quórum y la reunión se desarrolló. El dictamen se pasó entonces a la firma, pero antes se escuchó una de las propuestas más originales de las que se tenga registro: agregar un último artículo que diga que “esta ley no podrá ser vetada”. Si no hubiera sido efectuada por la diputada Margarita Stolbizer -a quien se le reconoce una amplia experiencia legislativa y en general, una sólida formación técnica-, quien además brindó fundamentos basados en legislación comparada, cualquiera podría pensar que se trataba de una broma.¡La hora, referí!Para quienes huyeron de la función de un Senado en el que la presencia de Carlos Menem viene determinando últimamente el quórum en esa Cámara, Diputados también brindó un curioso espectáculo por la tarde.Luego de horas de discutir entre los presidentes de bloques los temas y el orden con los que se sesionaría, no hubo acuerdo entre oficialistas y opositores, pero estos últimos confiaron poder imponer su número y su temario. Lo que no pudieron, es hacerlo dentro de los términos reglamentarios.El oficialismo que ya no es mayoría, pidió a Fellner que dé por fracasada la sesión. Pero siguiendo el viejo axioma futbolero que reza que “si no se puede ganar, mejor salvar el empate”, el oficialismo, entonces, se valió del reglamento para suspender el partido.La particularidad de todo eso fue lo que hicieron los opositores durante horas de una sesión en minoría (sin quórum), en la que se despacharon contra el jujeño presidente, hicieron pasar lista, y pretendieron votar mociones, en lo que se podría decir que fue una suerte de simulacro de sesión. Tal vez sea ese el motivo por el cual no funcionaron los micrófonos que permiten que se escuche afuera lo que se habla en el recinto, mientras que extrañamente, la transmisión de la sesión por Internet fue suspendida muy tempranamente.