Quienes se enfurecen al tórrido sonar de la frase “los delincuentes entran por una puerta y salen por la otra” tienen un motivo de celebración: renunció el juez de Ejecución Penal Sergio Delgado, uno de los más reconocidos juristas del ala “garantista” de la justicia vernácula.
(Cuarto Intermedio – 27 de abril de 2010)- Su salida del Poder judicial quedó concretada mediante el Decreto 502/2010, firmado por la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el ministro de Justicia, Julio Alak. Delgado fue denunciado una decena de veces ante el Consejo de la Magistratura pero más allá de lo simpática o antipática que resultaran sus decisiones, nunca -según esos procesos- cometió conductas que ameritaran su juicio político.El fuero de Ejecución Penal, que se compone de cinco juzgados -de los cuales dos nunca fueron habilitados- se quedó así con sólo dos jueces para atender las situaciones de todos los presos nacionales y federales del país. Delgado era titular del Juzgado Nacional de Ejecución Penal número uno de la Capital Federal desde el 9 de diciembre de 2002, cuando fue designado por el ex Presidente Eduardo Duhalde.