El gobernador de Mendoza, Celso Jaque (PJ), comenzará a vivir el último año y medio de su gestión con un Poder Legislativo que le resultará desfavorable, lo que podría llegar a complicarlo.

(Cuarto Intermedio – 3 de mayo de 2010)- En la apertura de las sesiones ordinarias, el sábado pasado, Jaque abrió el paraguas y reclamó, a su manera, a la oposición que no lo entorpezca: “No pido ni espero complacencia que se encuentre exenta de críticas o señalamientos oportunos”, dijo.También, destacó que “es necesario e ineludible establecer nuevas relaciones entre la política, expresada por sus instituciones, sus políticas públicas y sus actores, y los distintos actores económicos y sociales”.Y remarcó: “Es bienvenido el disenso, pero la dignidad, como opuesta al atropello y a la siembra permanente de discordia, es algo que debiera tener más cabida en esta querida provincia. La primacía recurrente de los intereses personales y partidarios minan la posibilidad de tener sosiego institucional frente a una sociedad que requiere respuestas pero también ejemplos, gestos y formas razonables de zanjar las diferencias”.El llamado de Jaque obedece a la nueva composición legislativa, surgida tras la renovación parcial de las Cámaras, fruto de las elecciones del 28 de junio del año pasado.La Cámara de Diputados quedó integrada por 20 justicialistas, 22 del Frente Cívico, 5 demócratas y 1 independiente. La Cámara de Senadores, por 17 peronistas, 17 del frente cobista-radical y 4 demócratas. Como se advierte, el oficialismo no tiene quórum propio en ninguna de las dos cámaras, lo que obligará a negociar cada ley importante que envíe el Poder Ejecutivo.Asimismo, Jaque sostuvo que “éste es el momento” para una reforma constitucional. Para el gobernador, Mendoza debería tener una sola cámara con representación territorial y un mismo criterio de reelección para todos los cargos (legisladores, concejales, intendentes y gobernador).