No todos los políticos son talentosos. No todo hombre, como lo consideraba Aristóteles, es un animal ciudadano y cívico; un zoon politikon. Néstor Kirchner, más allá de las consideraciones que cada uno pueda tener, lo es.

(Cuarto Intermedio – 21 de mayo de 2010)- Y adaptando el término exclusivamente a lo político, podría decirse que como táctico, Kirchner es un genio. Domina el corto plazo como pocos, y sabe cómo tomar el centro de la escena; hacerse dueño de la agenda política, y desarticular a la oposición. Las elecciones legislativas del año pasado son un buen ejemplo. De haber sido el principal derrotado, y por ende el nuevo pato rengo, supo correr a sus adversarios y tomar la iniciativa. Si hoy, once meses después, uno se pregunta quién es la oposición que puede derrotar al kirchnerismo en una eventual elección, intuyo que la respuesta se escapa tan fácil como el agua de la palma de una mano. Más aun: a través de una estrategia que busca polarizar a la sociedad, ha logrado que la mayoría de las discusiones estén teñidas por un planteo maniqueo. O se está a favor, o se está en contra. Los temas de fondo pasan a un segundo plano. Propongo, entonces, que esta semana rompa con esa lógica. Propongo no ser parte del culebrón Casa Rosada-Ciudad de Buenos Aires. No discutir quienes son los buenos que todo lo arreglan, mientras se fustiga a los mismos malos de siempre.En la semana de mayo, me gustaría hablar de las cosas buenas de nuestro país.Tras 200 años de la formación del primer gobierno patrio, hemos logrado consolidar una república que funciona en el marco de un estado de derecho. Hemos logrado expandir la ciudadanía fenomenalmente. Ya no se trata de una elite que gobierna y de habitantes que hacen las veces de espectadores. Hace décadas que el voto es universal. Tampoco existen conflictos limítrofes con nuestros vecinos, habiéndose iniciado una era de paz duradera en el cono sur. Se estableció el Mercado Común del Sur, que posibilitó la ampliación de las relaciones comerciales entre los países suramericanos y entre éstos y el resto del mundo.Se han reconocido, como corresponde, los derechos humanos en la Constitución Nacional, y se ha logrado también, que el discurso político contemple los conceptos de “crecimiento con inclusión” e “igualdad de oportunidades”. Más del 97% de nuestra población sabe leer y escribir.Tenemos un nivel médico excelente. Aquí, la Argentina le dio al mundo contribuciones de la mano de personalidades como René Favaloro y Bernardo Houssay. Todavía falta, pero se pretende ofrecerle atención médica gratuita a toda la población. La propiedad de la tierra ya no se encuentra concentrada en pocos latifundistas, sino que hoy existe la “clase chacarera”, cuya raíz, labor y compromiso es con la tierra. Curiosamente, este proceso no se dio a partir de una reforma agraria, sino a través de la descendencia. Además, hemos desarrollado una tecnología agropecuaria de avanzada que compite de igual a igual y exporta sus productos a los países más importantes del mundo.Hay argentinos que se dedican a la física, la climatología, la medicina, los negocios, las artes plásticas, la música y la academia, que brillan en el mundo y provocan admiración. Y hace ya 27 años que gozamos, ininterrumpidamente, del funcionamiento de las instituciones de la república. Es el período más largo desde 1930.Todo esto sucedió en los 200 años posteriores a la Revolución de Mayo. Sí, fueron tiempos difíciles, de construcción nacional, y de búsqueda de nuestra identidad. Pero se pudo organizar el país y sentar las bases para su organización política y posterior desarrollo.Aprovechemos para tomar esta fecha emblemática para repensar nuestra esencia, y ajustar el rumbo. Así, quizá podamos abordar los desafíos pendientes y cosechar la siembra durante nuestro tiempo.