Los males de la pobreza

“El lugar de origen de las víctimas resulta terreno fértil para las redes de tratantes, ya que la extrema pobreza y escasez laboral, hacen que... Por Cuarto Intermedio

“El lugar de origen de las víctimas resulta terreno fértil para las redes de tratantes, ya que la extrema pobreza y escasez laboral, hacen que las promesas de un mejor bienestar induzcan a la aceptación de mendaces propuestas, lo que patentiza la vulnerabilidad propia de las víctimas de este flagelo que es la trata de personas”.

(Cuarto Intermedio – 3 de junio de 2010)- Con ese párrafo dolorosamente contundente, la Cámara Federal de Resistencia, Chaco, confirmó los procesamientos de cinco regenteadores de prostíbulos cordobeses que captaban a chicas, muchas de ellas menores de edad, para obligarlas a ejercer la prostitución en sus locales. La situación fue denunciada por la madre de dos jóvenes de menos de 18 años que supo, por infidencias que atravesaron varias provincias, que sus hijas estaban virtualmente esclavizadas y obligadas a prostituirse por sus supuestos benefactores, quienes las habían seducido con la promesa de trabajos decentes. “Yo no quería trabajar. Entonces, el me obligaba a trabajar y me hacía tomar droga, cocaína, al igual que otras chicas. En una oportunidad me quise escapar y el que cuidaba, me vio. Le supliqué que no dijera nada y él lo llamó al dueño, que me agarró, me golpeó, y me dijo que si me llegaba a escapar y lo batía con la policía me iba a matar”, relató una de las víctimas.“Estábamos buscando trabajo con mi hermana porque mi mamá estaba enferma, justo había fallecido mi hermanito. Le dijimos a la señora (una de las imputadas, las identidades permanecerán en reserva, ndr) si nos podía ayudar. Dos días después nos presentó a un hombre con quien primero hablamos por teléfono y nos dijo que tenía un hijastro y que quería que vayamos a cuidarlo pero no nos dijo donde. Vino este señor, nos buscó y nos fuimos a la madrugada en un auto”, narró otro el inicio de su calvario.Los acusados podrían llegar a pasar hasta 15 años en la cárcel. Se trata sólo de uno de los casos de prostitución forzada. La mayoría de ellos no tienen respuesta judicial.