Los organismos defensores de los derechos humanos, al parecer, no tienen una buena relación con el fiscal federal Federico Delgado.

(Cuarto Intermedio – 25 de junio de 2010)- Lo acusan de un escaso compromiso con las causas de esta naturaleza que debe investigar, lo cual parece un contrasentido porque es uno de los que más impulsó los juicios orales en marcha.La tirantez entre las partes escribió un nuevo capítulo cuando “Chicha” Mariani, una de las fundadoras de Abuelas de Plaza de Mayo, lo recusó en el expediente en el que se investiga a dos jueces por su presunta participación, en 1976, en la entrega ilegal de un bebé hijo de una desaparecida uruguaya a la familia de un comisario que participó del secuestro.Se trata de  los actuales jueces José Martínez Sobrino, de un Tribunal Oral Federal, y Gustavo Wagner Mitchel, de la Cámara de Casación Penal.Delgado los corrió “por izquierda”, les respondió con un dictamen de una decena de páginas abundantes en citas de Karl Marx y de Georg Hegel .El más sorprendido fue el abogado “recusador”, Alejo Ramos Padilla. Hijo de un juez de instrucción, está trabajando en el área de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires y no esperaba una respuesta de ese tipo. En lugar de calmar sus ánimos, parece más decidido aún con  insistir en el apartamiento de Delgado del expediente.