La Justicia Federal deberá investigar el apuñalamiento que sufrió un detenido en el penal de Ezeiza por el homicidio de un oficial de policía, que luego fue trasladado a una cárcel de Neuquén donde murió apaleado.

(Cuarto Intermedio – 1 de julio de 2010)- La virtual “crónica de una muerte anunciada” tuvo como víctima a Argentino Pelozo Iturri, quien cumplía una condena en el Complejo Penitenciario  número Uno de Ezeiza “por el homicidio de un oficial de policía”.  En ese penal, Pelozo Iturri “habría sido apuñalado con un arma blanca por otros internos, motivo por el cual fue llevado al hospital penitenciario central para su recuperación” y una vez restablecido “fue trasladado a la Unidad Número 9 de la Prisión Regional del Sur, en Neuquen”.Según las constancias judiciales, en ese penal “falleció a raíz de una golpiza, hecho que se está investigando en esa jurisdicción” y por el que están imputados 15 agentes penitenciarios. El procurador general adjunto de la Nación, Luis González Warcalde, entendió que “no puede descartarse la participación de funcionarios o personal del Servicio Penitenciario Federal” en el episodio que Pelozo Iturri sufrió en Ezeiza, previo a su traslado a una cárcel neuquina. El fiscal advirtió que “las lesiones no fueron informadas a ninguna autoridad judicial y que la víctima habría sido trasladada a una prisión del sur del país en contra de expresas órdenes del juez de ejecución penal” que lo tenía a su cargo.“Considero que no se puede descartar, por el momento, la afectación al buen servicio que deben prestar los empleados de la Nación, por lo que estimo que corresponde a la justicia federal continuar con el trámite del expediente”, sostuvo González Warcalde.Así, mientras el homicidio -ocurrido en abril de 2008- es investigado por un juez de Neuquén, las heridas por armas blancas que sufrió en Ezeiza quedarán a cargo de un juez federal de Lomas de Zamora.