La idea de crear una comisión que conduzca el Partido Justicialista bonaerense abrió un proceso de duras pujas y discrepancias.
(Cuarto Intermedio – 19 de julio de 2010)- La estrategia diseñada por Néstor Kirchner para la reorganización de la conducción del PJ bonaerense, tras el impasse de más de cien días abierto por el alejamiento forzado de su titular, Alberto Balestrini, amenaza con sacar a la superficie viejas tensiones entre diversos sectores de la vida interna del peronismo de la Provincia.Es que la “sugerencia” aportada por el titular del PJ nacional, orientada a que se conforme una suerte de mesa de conducción política con representación de distintos sectores y de las Secciones Electorales de la Provincia, abrió un proceso en el que abundan las incertidumbres sobre cómo debería instrumentarse ese armado, y especialmente sobre quién será el encargado de ponerlo en marcha.El propio Kirchner se ocupó, el martes pasado, de difundir esa idea de crear una “comisión” ante diputados provinciales que le preguntaron su opinión sobre la continuidad de la actividad partidaria. Pero al pedir precisiones sobre el proceso, los legisladores se encontraron con una respuesta clara del ex Presidente: “Decídanlo ustedes, no me quieroMeter”.La señal de Kirchner llegó en medio de una situación inédita en la vida institucional del armado bonaerense: acéfalo a partir de la enfermedad de Balestrini, el partido está paralizado y con un creciente movimiento de las diversas líneas que pugnan por espacios de poder en el marco de sus alistamientos para la interna y las elecciones del año que viene.A ese escenario se agrega, además, el ya inocultable fastidio del titular de la CGT, Hugo Moyano, quien dejó trascender en reuniones con referentes del partido su malestar ante la estrategia de conformar una mesa de conducción.Como vicepresidente primero del partido, Moyano considera que la reorganización de la conducción del PJ bonaerense “debería activar la línea de sucesión natural de cargos”; movida que lo ubicaría como titular del partido. Pero esa variante despertó fuertes reacciones y rechazos, sobre todo de intendentes del Conurbano que siempre han mantenido distancia y desconfianzas con el sindicalista.El escenario despertó también la aspiración de otros dirigentes de ponerse al frente del proceso, desde una supuesta “bendición” de Kirchner en este sentido. En ese marco, algunos dirigentes buscan ahora instalar la idea de que la nueva comisión no se conforme desde el vacío sino que esté integrada por algunos de los 48 consejeros que conforman la estructura de conducción del partido. “Allí están reflejados todos los sectores. Hay legisladores nacionales y provinciales, hay intendentes, está la rama femenina, la juventud, el gremialismo e, incluso, los críticos”, subrayan.Pero lo cierto es que, según reconocen sus propios protagonistas, el proceso estará colmado de conflictos y tensiones. “Se abre una negociación difícil y va a haber pelea”, predicen.