En varias ciudades del interior se agudizan los planteos de empleados que desnudan las dificultades financieras de las comunas.
(Cuarto Intermedio – 17 de agosto de 2010)- Mientras en la Legislatura de la provincia de Buenos Aires el oficialismo y la oposición extienden la negociación que demora la sanción de un proyecto que prevé destinar un fondo de 500 millones de pesos para distribuir entre las comunas bonaerenses, varios municipios del interior de la Provincia están atravesando en las últimas semanas conflictos con sus empleados.Los reclamos de mejora salariales planteados en esas ciudades no sólo amenazan con derivar en conflictos laborales sino que además desnudan la real situación financiera de estas comunas justo cuando se debate la asistencia económica del Ejecutivo provincial a los municipios.Los reclamos de trabajadores municipales planteados en medio de las negociaciones abiertas por mejoras salariales y de condiciones de trabajo en esos ámbitos podrían derivar en el inicio de planes de lucha con paros incluidos.Así al menos sucede en la ciudad de Tres Arroyos, donde el Ejecutivo comunal y los trabajadores agrupados en asamblea vienen manteniendo una larga pulseada en torno al porcentaje de incremento salarial que se otorgará. En los últimos días, el conflicto se agudizó en esa ciudad luego de que los empleados rechazaran la oferta de la intendencia.Tras asegurar que si no obtienen respuesta favorable irán al paro, el gremio notificó al ministerio de Trabajo de la situación, y ahora espera la convocatoria de las partes en busca de una conciliación. Pero esto fue rechazado, pese a que el intendente Carlos Sánchez dijo días atrás que tienen un presupuesto bastante complicado y ajustado en 2010.En Azul, en tanto, también se vive por estas horas un duro conflicto. En la última sesión del Concejo Deliberante, ediles y sindicalistas casi terminaron a los golpes y todo terminó en la sanción de una resolución por la que el Ejecutivo deberá convocar a los municipales a debatir un aumento en el término de una semana. El pedido es de 350 pesos, aunque el intendente Omar Duclós descartó en forma rotunda la posibilidad de una readecuación salarial por lo que ya fue establecido.“Los municipios estamos condicionados por la estructura de recursos que es insuficiente, como le pasa a la Provincia también”, dijo el jefe comunal.Mientras que en Pinamar en pocos días se vence el plazo que otorgó el Ministerio de Trabajo para que para que ambas partes lleguen a un acuerdo (los trabajadores piden un 30 por ciento), por estos días los municipales de Tornquist decidirán si aprueban la oferta de aumento de un 7,5 por ciento a partir de septiembre. También en Olavarría un grupo de trabajadores permanecen en conflicto con la comuna desde hace varios días.Pero en muchas de las comunas la preocupación es mayor, porque entienden entienden que si la Legislatura aprueba ahora una ley impulsada por diputados del oficialismo sus finanzas quedarán mucho más comprometidas. La iniciativa presentada por el legislador del Frente para la Victoria Jorge Mancini, plantea la creación de un nuevo régimen para los municipales y crea la instancia de negociación en paritarias para estos gremios.El proyecto de Mancini, un legislador fuertemente vinculado al titular de la CGT, Hugo Moyano, genera resistencias entre los intendentes e incluso entre algunos funcionarios del Ejecutivo provincial, dado que plantea que los empleados de los 134 municipios de la Provincia podrían acceder a un salario básico de 1.840 pesos, el Mínimo Vital y Móvil dispuesto recientemente por la Nación, y podrían negociar en mesas de paritarias incrementos de sueldo y mejoras en sus condiciones de trabajo.