Sólo falta que el Senado complete la media sanción que falta para que la ley de antidiscriminación sea verdaderamente eso.
(Cuarto Intermedio – 18 de agosto de 2010)- Por impulso de la legisladora Marcela Rodríguez (Coalición Cívica, Provincia de Buenos Aires) habrá nuevas figuras para entender como causantes de actos discriminatorios. La lista es larga: color, etnia, nacionalidad, lengua o idioma, religión, ideología, opinión política o gremial, género, identidad de género o su expresión, orientación sexual, edad, estado civil, responsabilidad familiar, trabajo u ocupación, caracteres físicos, capacidad psicofísica, condición de salud, perfil genético, posición económica o condición social. Las conductas que impliquen “distinciones” en cualquiera de esas materias se presumirán “irrazonables” e invertirán la carga de la prueba, de modo tal que quien las cometa deberá “demostrar la necesidad legítima y razonable de su existencia”. La iniciativa asigna mayor protagonismo para “litigar en casos de discriminación” a las organizaciones no gubernamentales y al Defensor del Pueblo, pues considera que “justamente quienes están en una situación más desventajosa son quienes tienen menos acceso a la justicia”.