La decisión de Francisco De Narváez de jugar a fondo en la Provincia luego de algunos meses de menear con la alternativa de una improbable candidatura presidencial, comenzó a generar una serie de movimientos que apuntarían a consolidar algunos liderazgos locales.
(Cuarto Intermedio – 20 de septiembre de 2010)- La idea de ordenar ciertas discusiones y pulseadas en diversos distritos, emerge por estas horas como una de las premisas que actores de la alianza del Peronismo Federal y Unión Pro están poniendo sobre la mesa en esta etapa de relanzamiento de la candidatura del empresario en territorio bonaerense.La idea de trabajar en algunos consensos mínimos que sirvan de ordenadores y que a la vez potencien a dirigentes que emergen como mejor posicionados y con más chances de pelear por los gobiernos municipales en 2011, está siendo empujada por los macristas en contactos que mantuvieron en las últimas semanas con operadores de De Narváez.Según trascendió en fuentes partidarias, la postura del Pro pasaría por la búsqueda de acuerdos para avanzar “en la identificación” de unos 25 candidatos a intendentes del macrismo y un número similar de denarvaístas, como punto de partida para ordenar el complejo rompecabezas bonaerense del sector.En el “poroteo” previo, el Pro ya se ve encabezando listas en Morón, donde podría ser candidato el diputado provincial Ramiro Tagliaferro; en Lanús, distrito en el que el funcionario porteño Néstor Grindetti está trabajando desde hace meses y en Vicente López, donde no se descarta la candidatura del diputado Jorge Macri.En el denarvaísmo coinciden en el diagnóstico que habla de la necesidad de avanzar en consensos mínimos en algunos distritos. Por ejemplo, señalan que el concejal Carlos Arena (Vicente López), Gabriel Petrucelli (presidente del Concejo Deliberante de Balcarce), el ex intendente Néstor Juzwa (Berisso), el concejal Sergio Maffía (General Rodríguez), Xavier Areses (San Martín) y el senador Gastón Guarracino (Necochea) y el diputado Gonzalo Atanasof (La Plata), son algunos de los nombres que consideran “innegociables”.Esta primera etapa de definiciones distritales podría dar paso a otra, que busca achicar la brecha de disidencias: llegar al consenso sobre el nombre de los referentes en otros 30 distritos donde la coyuntura marca que no existe un candidato indiscutido.