Juan José Zanola sabe que tiene pocas posibilidades de recuperar rápidamente la libertad. Por eso, después de cambiar cuatro veces de abogados, ahora se inclinó por un español prófugo de la Justicia de su país, quien lo asesora sobre cómo manejar políticamente los tiempos judiciales y cómo hallar vericuetos por donde colar argumentos de la defensa.
(Cuarto Intermedio – 4 de noviembre de 2010)- La última intentona ocurrió hace una semana. Los abogados presentaron una denuncia judicial múltiple, contra el juez federal Norberto Oyarbide, su secretario Carlos Leiva, el dirigente bancario opositor Hugo Desal, la ex ministra de Salud Graciela Ocaña y otras 25 personas. Los delitos que les imputa van desde “asociación ilícita” hasta “prevaricato” y “retardo malicioso en la administración”.Cuando el féretro de Néstor Kirchner aún no había viajado a Santa Cruz, dos supuestos voceros de prensa de Zanola se presentaron en las salas de periodistas del Palacio de Tribunales y de Comodoro Py 2002 para convocar a una conferencia de prensa. Los periodistas desconfiaron de las intenciones y chequearon que la denuncia efectivamente existiera. Existe: está radicada en el juzgado federal número dos, a cargo de Marcelo Martínez de Giorgi, con intervención del fiscal Luis Comparatore. Eso sí, el texto de la denuncia fue guardado en secreto hasta la conferencia de prensa, porque claramente podía ahuyentar la presencia de cámaras y reporteros. Y se sabe que la prensa, como decía Minguito Tinguitella, “te puede levantar un ‘manolito’ o hacerte un buraco así”.