Por considerar que afectará “las libertades colectivas”, representantes de organismos de derechos humanos y diversas asociaciones expresaron un fuerte rechazo a las reformas que se proyectan al Código Contravencional bonaerense.
(Cuarto Intermedio – 4 de noviembre de 2010)- Esa postura surgió durante una audiencia pública que se desarrolló en el Senado, tras la cual distintos bloques opositores pusieron en duda la viabilidad de la iniciativa y sembraron un manto de dudas respecto de la posibilidad de que se avance con alguna reforma.La propuesta había nacido durante la gestión del ex ministro de Seguridad Carlos Stornelli y, a lo largo de sus 168 artículos, disponía sanciones para el que “provocare a pelear”, quien circulara por la vía pública con el rostro oculto, el que portase armas de cualquier tipo (como los palos de los piqueteros), el que transportara animales peligrosos, y la actividad de los cuidacoches y los llamados “trapitos”, entre otras.Ese proyecto generó una fuerte rechazo de todo el arco opositor e incluso de sectores del propio oficialismo, por considerar que se apuntaba a “perseguir y reprimir la protesta social”, y a “otorgar más poder a la policía”.Frente a esa situación, la iniciativa fue morigerada por los senadores y surgió un borrador de reforma que se puso en consideración de la audiencia pública. Pero a pesar de los cambios, una abrumadora mayoría de quienes intervinieron en el debate cuestionaron sus alcances.En ese marco, Roberto Cipriano, integrante del Comité contra la Tortura de la Comisión de la Memoria, sostuvo que “el Código Contravencional que propone el gobierno bonaerense afectará las libertades colectivas e individuales porque se otorgará una mayor autonomía a la policía y le brindará distintas facultades como la de avanzar sobre la libertad de las personas con la detención por averiguación de identidad”.Casi 200 personas participaron de la discusión en el marco de la primera audiencia pública desde que se promulgó la ley en 2006.“Esta reforma representa un atraso de cien años”, expresó el dirigente de la CTA local Carlos Leavi, quien indicó que “va desde lo más retrógrado desde el punto de vista ideológico hasta lo más absurdo, porque una persona que no tiene trabajo no puede ir presa porque esté cuidando coches en la calle. Y un joven que festeja una recibida en la vereda cuando otros le tiran harina, tampoco debería ser detenido”.Frente al rechazo mayoritarios, legisladores de distintas bancadas coincidieron en que el anteproyecto sufrirá importantes cambios.La senadora oficialista Cristina Fioramonti, afirmó que “este trabajo lo vamos a tener que rever a través de la luz de todos los aportes que nos hicieron” y agregó que “muchísimas de las cosas que escuché me dieron ganas de empezar a trabajarlas, de ver cómo las teníamos porque (el proyecto) tiene un articulado bastante extenso”.En tanto, el titular del bloque del GEN, Luis Malagamba, fue mucho más terminante y aseguró que “tanto el proyecto que acercó Scioli como el boceto que se hizo, después de esta audiencia pública hay que tirarlos a la basura”, e insistió en que se debe “empezar con un Código de Convivencia o como se llame pero algo absolutamente nuevo”.Algo más contemplativo estuvo el presidente del bloque radical, Orlando Costa, que si bien reconoció que hubo “una divergencia grande” entre los que se dijo en la audiencia y el borrador que se puso en discusión, tratarán de ver “en el trabajo legislativo como podemos superar las diferencias sin eliminarlas”. Sí consideró que “empezamos de nuevo y esto va a llevar tiempo”, pero también reconoció que “lo que se hizo será el documento de base que habrá que modificar”.La del miércoles fue la primera audiencia pública que se realiza a partir de su creación por ley. Ahora el Senado tendrá 30 días para publicar en su página web cada una de las 68 intervenciones. Cabe destacar que, si bien la audiencia no es vinculante, sentará un fuerte precedente en relación a la posición que adoptarán ahora los legisladores.