La supuesta complicidad de la jerarquía eclesiástica con la dictadura volvió al ruedo en los últimos días, cuando la presidenta de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Nora Cortiñas, denunció que “la Iglesia fue partícipe” del régimen.
(Cuarto Intermedio – 16 de noviembre de 2010)- Al declarar como testigo en el juicio oral y público por delitos de lesa humanidad cometidos en la órbita de la ESMA, la dirigente humanitaria aseveró: “Bergoglio entregó a los propios sacerdotes”. Ante el Tribunal Oral Federal número cinco, Cortiñas insistió: “Todos permitieron que torturaran a las embarazadas, pero después se oponen al aborto”. En ese contexto, describió las “sugerencias” que recibieron (entre ellas las del ex vicario castrense Emilio Grasseli) para abandonar la búsqueda de los hijos. Por su parte, el fiscal Félix Crous, titular de la Unidad de asistencia para causas por violaciones a los Derechos Humanos, reclamó el fin de los “privilegios» que tienen los jerarcas de la iglesia católica para declarar en juicios por delitos de lesa humanidad. Lo hizo un día después de que el tribunal oral en pleno se trasladara hasta una sede religiosa para tomarle declaración a Bergoglio.