Por insólito que parezca, la Justicia parece haber sido injusta con el odontólogo Ricardo Barreda. La concesión de la “libertad condicional” es insuficiente para lo que figura en el expediente por su homicidio múltiple.
(Cuarto Intermedio – 10 de enero de 2011)- Pero sobre todo, por lo que indica el cómputo de la pena practicado por la justicia bonaerense. Barreda fue condenado a reclusión perpetua y entre años del “dos por uno”, prisión preventiva y transcurso cronológico del tiempo, permaneció en prisión 19 años que se le computan como casi 31.Cualquier preso con su condena, a los 20 años está en condiciones de pedir la libertad condicional (sigue cumpliendo la pena pero con un régimen más flexible) y transcurridos cinco años más (algunos juristas consideran que diez), la pena se da por cumplida. Si la pena está agotada, el condenado pagó su deuda con la sociedad y está libre. Sin ningún condicionamiento.Barreda pasó preso más del máximo menos benigno de la interpretación de la ley, es decir más de 30 años. Sin embargo, aún no se le dio por cumplida la pena y está en “libertad condicional”.Su abogado, Eduardo Gutiérrez, no hará -por ahora- ningún reclamo, porque obtuvo un triunfo resonante en los tribunales, que se traduce en Barreda con libertad para moverse por dondequiera. Pero no descarta que una vez reanudada la actividad judicial en febrero y con la repercusión por la excarcelación aplacada, volver a reclamar a la Justicia para que el odontólogo sea un hombre completamente libre.