Pese a que la jueza Alicia Iermini aún no ha decidido llamar a indagatoria a media docena de sospechados por la tragedia del boliche Beara, del barrio de Palermo, la información sigue fluyendo y complica cada vez más a los acusados por el siniestro que causó dos víctimas mortales.

(Cuarto Intermedio – 14 de febrero de 2011)- Una de ellas le envió horas antes del siniestro un mensaje de texto a su madre en el que le anunciaba que se iría “a bailar”. Beara estaba habilitado como salón de fiestas privadas y no como local bailable.Leticia Provedo no sabía que horas antes de morir le estaba mandando a su madre una prueba fundamental para la causa. La madre conservó el mensaje como un amargo recuerdo, hasta que le advirtieron que tenía en su teléfono celular algo más que el último mensaje de su hija. El aparato ya está en manos del fiscal Andrés Madrea, quien lo aportó a la jueza. “Si voy a Palermo, ¿qué me va a pasar?”, dijo la víctima cuando su madre le recomendó, en un gesto característico, que tuviera cuidado.