Historia no contada

El jueves 10 de febrero, un grupo de abogados y dirigentes sindicales se reunieron en la sede del sindicato UATRE para analizar la situación derivada... Por Cuarto Intermedio

El jueves 10 de febrero, un grupo de abogados y dirigentes sindicales se reunieron en la sede del sindicato UATRE para analizar la situación derivada de la detención de Gerónimo “Momo” Venegas…

(Cuarto Intermedio – 15 de febrero de 2011)- Un referente sindical le habría preguntado al abogado Mariano Picirolli, uno de los defensores de Luis Barrionuevo: “¿lo podés sacar?”. El abogado respondió: “no, esto no es jurídico, es político. Por la vía legal, “Momo” se va a quedar un tiempo adentro y sólo tenemos chances en la Cámara”. Allí se decidió la estrategia del operativo “liberen a Venegas”. Con la venia de Eduardo Duhalde, el cónclave resolvió que el abogado que se presentaría en el expediente sería el laboralista Miguel Angel Plo, pero que Oyarbide debía saber que había un batallón de penalistas detrás. Duhalde tejió las alianzas con el sindicalismo crítico de Hugo Moyano en la CGT y con los intendentes bonaerenses que dudan en seguir apoyando al kirchnerismo. El resto lo hizo el propio Venegas, cuya figura es respetada y querida hasta por los que están en la vereda de enfrente de Duhalde. Cuando el viernes despuntaba, desde el interior del país llegaron las noticias más importantes: las movilizaciones en protesta por la detención de Venegas eran mucho más grandes que lo previsto. Y la CGT empujó con un comunicado durísimo, que -sin embargo- fue mucho menos flamígero que el que proponían los sectores más duros.Fuentes muy ligadas a Venegas indicaron que hubo, incluso, una llamada de Moyano a la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner explicando la situación. A media tarde, Venegas sabía que se iba y sus abogados apretaron el acelerador a fondo. Lo único que concedieron fue aceptar una fianza alta para que Oyarbide no quedara “tan mal parado”.