El proyecto limita las habilitaciones y la cantidad de puestos para las réplicas de ferias como la de Lomas de Zamora.
(Cuarto Intermedio – 19 de abril de 2011)- En un plazo máximo de tres años, la populosa feria “La Salada” de Lomas de Zamora que se extiende a lo largo de 15 cuadras a la vera del Riachuelo, deberá reducir su superficie actual a un predio de no más de 3 mil metros cuadrados. Además, sólo podrá contar con el 10 por ciento de los cinco mil puestos de venta de ropa, zapatillas, electrónica que funcionan actualmente en ese centro, considerado como un “emblema del comercio de mercadería ilegal”, como lo definió la Unión Europea.Convertida en un fenómeno comercial que explotó en la última década y en el centro de una polémica por las denuncias de venta de mercadería “trucha” y al margen de cualquier control fiscal, “La Salada” tendrá que adaptarse a las fuertes restricciones que plantea un proyecto de ley elaborado por el gobierno provincial para regular la actividad de las ferias no artesanales.La iniciativa ingresará formalmente en los próximos días a la Legislatura, buscará dar un marco regulatorio que cubra el vacío legal sobre estos centros de venta que comenzaron a extenderse por el territorio bonaerense.El proyecto será presentado luego de que la Legislatura extendiera por ley la semana pasada una veda de seis meses a los permisos de instalación para este tipo de ferias que expiden los municipios. La prohibición comenzó a regir el año pasado, en medio de una fuerte polémica que se abrió en ciudades del interior provincial a partir de la intención de instalar allí réplicas a escala de la popular “Salada”, bautizadas como “saladitas”, que generó una reacción de comerciantes y empresarios.Básicamente, la norma impone restricciones en materia de superficie y puestos de venta para los emprendimientos de este tipo que quieran radicarse en la Provincia, un trámite que coordinan las comunas, desde donde se emiten los permisos de instalación. Y además apunta a combatir la evasión fiscal, ya que convierte a los propietarios y administradores enagentes de retención de impuestos provinciales.Además de regular las condiciones para los nuevos emprendimientos, el proyecto otorga un plazo de tres años para que las ferias que actualmente están en funcionamiento cumplan con la larga serie de disposiciones, que abarcan tanto la superficie que ocupan como la cantidad de puestos y los servicios que pueden prestar.En los fundamentos, la norma sobre la que trabajaron técnicos de la cartera conducida por Ferré y representantes de la Federación Económica de la Provincia (FEBA) y la Confederación Económica bonaerense (CEPBA), reconoce el fondo de esta polémica. “Estamos ante el desarrollo de una actividad comercial informal que genera una competencia desleal y desigualdad de trato hacia el comercio debidamente constituido”, se indicó.