El Estado argentino aceptó en 2009 el Informe 114 de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que sostiene que el chileno-argentino Iván Eladio Torres fue víctima de una “desaparición forzada” el 2 de octubre de 2003 en Comodoro Rivadavia, Chubut.

(Cuarto Intermedio – 26 de abril de 2011)- La investigación (y las sospechas) apuntan a la policía local, que habría detenido ilegalmente a Torres, un changarín al que según sus familiares, ya tenían “marcado”. Como la causa tiene aristas complicadas, porque testigos y familiares de Torres sufrían permanentes intimidaciones y agresiones de “desconocidos”, la abogada de la familia, Verónica Heredia, llevó el caso ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos. El organismo supranacional dictó entre 2005 y 2006 una serie de medidas de protección para la madre de Torres, María Leontina Millacura Llaipén, y para otras 20 personas. Pero dos testigos ya murieron en confusas circunstancias, y otros sufrieron nuevas y salvajes agresiones, incluso una hermana de Torres denunció que fue violada por los mismos “desconocidos”.La abogada Heredia pidió a la Corte Suprema que le ordenara al Estado Nacional hacer efectivas las medidas de protección. El pedido ingresó el 2 de julio de 2010; la Corte pidió dictamen a la Procuración General y hace algunos días la procuradora adjunta sostuvo que el tema no es, por ahora, competencia del máximo tribunal. Entretanto, el 22 de marzo pasado murió otro de los testigos, Juan Pablo Caba. Y Torres nunca más apareció.