Hace algunos días se describía aquí cómo un anunciante fuerte en un medio de comunicación compraba no sólo un espacio publicitario, sino también que las informaciones que perjudican a su imagen no se publiquen en ese medio.
(Cuarto Intermedio – 19 de mayo de 2011)- Faltó aclarar que esa práctica no la hacen sólo los anunciantes privados; en el Estado ocurre lo mismo, y acaso el ejemplo más claro sea el PAMI: Ningún medio de alcance nacional publicó que el PAMI fue condenado a indemnizar a una asistente social a la que se negó a blanquear en su empleo. Sí, el PAMI tenía en negro a una empleada, a la que se le negó regularizarle la situación laboral y, por ende, ahora deberá pagarle. La Sala Quinta de la Cámara Laboral le dio la razón a una asistente social. Y deplora la “negativa por parte de la empleadora a registrar las verdaderas circunstancias fácticas del vínculo que unía a las partes. Esta negativa a su deber de registrar debidamente el empleo, no obstante la interpelación cursada a tal efecto, justificó no consentir -ante su gravedad- la prosecución del vínculo laboral”.El reto al Estado como empleador en negro fue firmado por los camaristas laborales María García Margalejo y Oscar Zas.