Uno de los jueces que investiga a Sergio Schoklender tiene en sus manos la llave de un cargo muy codiciado en el Poder Judicial: la Fiscalía Nacional de Investigaciones Administrativas (FIA), un devaluado organismo dedicado a perseguir la corrupción en la Administración Pública.
(Cuarto Intermedio – 13 de junio de 2011)- Desde que Manuel Garrido renunció, el cargo está vacante. Y una vieja máxima no escrita en la Justicia indica que si alguien aspira a un cargo, lo mejor que le puede pasar es recibir una causa sensible para el poder político. Aunque todos lo nieguen, con esas cosas “se negocia”.El juez federal Marcelo Martínez de Giorgi es subrogante. Ni siquiera es titular en los dos juzgados federales que ocupa y si mañana resultara que otro postulante gana los concursos, debería volver a su oscuro cargo de secretario de juzgado. Eso no va a pasar. Martínez de Giorgi será juez titular o fiscal de investigaciones administrativas. Y si algo faltaba para confirmarlo, la denuncia del abogado Jorge Luis Vitale contra Schoklender que fue a parar a su juzgado, le aseguró el “puente de plata” hacia su futuro cargo. Martínez de Giorgi tiene a su cargo la causa en la que se investiga si hubo administración fraudulenta de los fondos que el Estado Nacional le otorgó a provincias y municipios y con los que en la Fundación Madres de Plaza de Mayo construyeron vivienda.