La causa por la privación ilegal de la libertad que precedió a la muerte de Walter Bulacio, en abril de 1991 antes de un recital de Los Redonditos de Ricota en el estadio de Obras Sanitarias, no va a comenzar el 3 de agosto, pese a que esa fue la fecha fijada por el tribunal oral número 29.      

(Cuarto Intermedio – 28 de junio de 2011)- Ocurre que la defensa del único imputado, el ex comisario Miguel Angel Espósito, recusó a los jueces Rodolfo Goerner, María Deluca Giacobini y Alejandro Litvack, y de esa manera consiguió que interviniera la Cámara de Casación y se suspendieran todos los plazos previstos. La recusación es gravísima. Sostiene que los jueces conocieron irregularidades que se habían producido en la causa y extendieron una suerte de red de encubrimiento de funcionarios judiciales, omitiendo formular una denuncia penal a la que estaban obligados como funcionarios públicos. Tanto es así, que el presidente de la Cámara del Crimen, el juez Gustavo Bruzzone, cuando se enteró de esas irregularidades, sí efectuó la denuncia, que ahora investiga un fiscal penal.Sin embargo, la verdadera razón de la recusación sería otra: los abogados de Espósito saben que después de una condena internacional que sufrió la Argentina por parte de la CIDH (un desaguisado que ocurrió durante el interinato de Eduardo Duhalde), no hay otra posibilidad que condenar al ex policía, aún cuando no sea (por lo menos no el único) el responsable. Pero no están dispuestos a entregarles la cabeza de Espósito antes de las elecciones de octubre próximo. “No van a tener un chivo expiatorio para levantar la imagen de defensores de los derechos humanos que se les cae a pedazos con las Madres de Plaza de Mayo”, advirtió la defensa. El objetivo de hacer el juicio a fines de año parece encaminado a cumplirse.