En el nombre del hijo

Las cataduras personales no se heredan. Pero cierto es que a veces hay determinismos familiares e históricos que marcan un determinado sendero. Depende de cada... Por Cuarto Intermedio

Las cataduras personales no se heredan. Pero cierto es que a veces hay determinismos familiares e históricos que marcan un determinado sendero. Depende de cada uno seguirlo o no; respetarlo o no.      

(Cuarto Intermedio – 4 de julio de 2011)- La Justicia elevó al debate oral y público una causa en la que un grupo de empresarios está acusado por la venta presuntamente irregular de automóviles importados de alta gama de segunda mano. Entre los imputados está Federico Brito, hijo de Marcelo Brito, el abogado de -entre otros- la familia del médico Facundo Macarrón, viudo de la asesinada Nora Dalmasso, cuyo crimen en Córdoba aún continúa impune. El abogado es un hombre que ha sabido tener actitudes complicadas en otros expedientes. Por ejemplo una gravísima acusación contra el ex precandidato presidencial por la UCR, el senador Ernesto Sanz, a quien intentó vincular a través del testimonio de un acusado con la causa del tráfico de Efedrina, en la que también fue salpicado artificialmente el hoy socio de Ricardo Alfonsín de cara a las próximas elecciones, Francisco De Narváez.El hijo de  Brito, junto con otros empresarios, llegará a juicio acusado por la supuesta “comercialización irregular de automóviles importados usados”. Los clientes de la concesionaria, situada en la Avenida del Libertador 1440 de esta Ciudad, realizaron repetidas denuncias ante diversos juzgados de instrucción, que finalmente quedaron unificadas ante el tribunal oral número 27, integrado por los magistrados Jorge Romeo, Marcelo Avrutín Suárez y Miguel Angel Caminos.   Los clientes, según la acusación, “accedían a vehículos importados usados y luego no podían llevar a la práctica la transferencia de los mismos ante el Registro de la Propiedad Automotor, por cuanto la documentación que les era entregada resultaba inapropiada para ello”.