A pedido de los presos

Un diario oficialista destacó que a pedido de los propios presos habían sido refaccionadas varias partes de la cárcel de Villa Devoto, a la que... Por Cuarto Intermedio

Un diario oficialista destacó que a pedido de los propios presos habían sido refaccionadas varias partes de la cárcel de Villa Devoto, a la que la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner definió como una rémora del pasado.       

(Cuarto Intermedio – 7 de julio de 2011)- La información es cierta, pero omite algunos detalles que Cuarto Intermedio revelará a continuación.Los problemas de infraestructura por los que la jueza penal Yamile Bernan concedió un habeas corpus preventivo a favor de unos 80 detenidos y ordenó la urgente reparación de filtraciones de aguas cloacales por los techos, instalación eléctrica precaria y peligrosa, conexiones de gas sin llaves de paso y falta de vidrios en la mayoría de las ventanas, fueron denunciados hace nueve meses, en septiembre de 2010. Pese a que la Presidenta anunció que Devoto será cerrado, lo cierto es que hay obras previstas y con presupuesto comprometido por lo menos hasta fin de este año.En septiembre del año pasado, un detenido presentó un habeas corpus en el que denunció penosas condiciones de habitabilidad de un sector del penal. Los informes de autoridades del propio penal negaron tal situación y la acción judicial fue rechazada, pero la Cámara de Casación revocó la medida y ordenó profundizar la investigación. Sólo entonces, la jueza fue a ver cómo estaba la cárcel: Allí, detectó que “particularmente deteriorada se encuentra la estructura de los servicios en general”, en donde “la humedad no sólo representa una incomodidad ‘aceptable’, sino que había traído consigo la presencia de un hongo (moho) en el techo, de donde se observaba un goteo constante de aguas servidas de los pisos superiores”. La filtración proviene de los desagües cloacales de los baños del piso superior, por lo que “resulta inaceptable considerar que aquel foco de infección y potencial riesgo a la salud de los internos no sea tratado con celeridad”. Esas y otras carencias fueron solucionadas, es cierto, en el término de cinco días. Pero también es cierto que esos cinco días fueron los últimos del mes de junio de 2011, cuando todo pudo haberse reparado en los últimos cinco de septiembre de 2010. Lo que se dice, una demora inútil y una verdad incompleta.